Como ya ha ocurrido en anteriores conflictos armados, como el de la antigua Yugoslavia, al final se les recuerda por especiales episodios de crueldad, como la masacre de Srebrenica.
Pues bien, parece que la guerra en Ucrania por la invasión rusa ya tiene su lugar de ejemplo del horror y será la localidad de Bucha, cercana a Kiev.
La versión ucraniana es clara: una vez que las tropas rusas se retiraron de la zona, se pudieron constatar crímenes de guerra y lesa humanidad con matanza indiscriminada de civiles.
Rusia sigue desmintiéndolo días después y asegura que la supuesta masacre es un montaje de Ucrania y de sus aliados de Occidente y niega su participación. Los medios de ese país, afines al Kremlin, no dejan de hablar de fake news y bulos de Ucrania y Occidente.
Dice el Gobierno ruso como prueba que sus tropas se retiraron el 30 de marzo de esa ciudad y que, sin embargo, no fue hasta el 3 de abril que circularon imágenes de cuerpos tirados por las calles y fosas comunes masivas.
Para el régimen de Putin está claro: se ha montado un escenario falso para hablar de matanza de civiles y acusar a Rusia de un genocidio y criminalizar sus acciones militares.
Sin embargo, se sigue verificando esta realidad y varios testigos han podido ir probando lo ocurrido. Los vecinos han relatado el horror diario, entre muerte y destrucción de los barrios.
Al final, una de las pruebas más claras han sido las imágenes tomadas por satélite. Se ha podido demostrar que desde el día 10 de marzo ya se habían cavado fosas comunes en los alrededores de una iglesia:
También se ve en esas fotos satelitales cuerpos tirados por las calles desde al menos el día 11 de marzo:
Asimismo, se acusó a Ucrania de colocar cuerpos de actores o personas que fingen ser muertos en las calles, asegurando que incluso en algunas fotografías aparecen movidos o en lugares distintos. Este extremo también se ha podido ir desmintiendo poco a poco con fotos.
La corresponsal de TVE sobre el terreno, la periodista Almudena Ariza, pudo constatar en persona lo sucedido en Bucha y lamentó las acusaciones de "montaje". "Cuánto duelen los comentarios de los negacionistas desde aquí... y después de visitar Irpin y hablar con los evacuados de Bucha. Tristeza infinita", afirmó en un tuit.
El servicio de inteligencia ucraniano divulga los datos de 1600 soldados rusos que estarían implicados en la masacre de cientos de civiles. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, denunció desde Bucha que en esa ciudad se cometieron “crímenes de guerra” que serán reconocidos por el mundo como “genocidio”.
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