El presidente de EEUU, Donald Trump, ha mantenido abierta la opción de recurrir a la ley de Insurrección por las protestas desatadas en Los Ángeles contra las redadas de inmigrantes.
Este marco legal, vigente desde 1807, otorga al mandatario la facultad de desplegar al Ejército para reprimir disturbios civiles y se considera uno de los poderes de emergencia más contundentes del país.
En respuesta a las manifestaciones, Trump ordenó movilizar a cientos de miembros de la Guardia Nacional, bajo el título 10 del código federal, que permite esta acción ante situaciones de invasión, rebelión o cuando no es posible hacer cumplir la ley con las fuerzas de seguridad habituales.
Sin embargo, evitó invocar directamente la ley de Insurrección, como hicieron George Bush padre en 1992 y Lyndon Johnson en 1965.
Tensiones con las autoridades locales
Trump afirmó que la Guardia Nacional permanecerá en Los Ángeles "hasta que no haya peligro" y advirtió que cualquier manifestante que perturbe el desfile militar previsto para este sábado en Washington, con motivo del 250º aniversario del Ejército estadounidense, "será detenido con firmeza". Además, acusó a los manifestantes de intentar "prolongar una invasión extranjera" en el país.
"Lo que están viendo en California es un ataque total contra la paz, el orden público y la soberanía nacional, realizado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de prolongar una invasión extranjera en nuestro territorio. No vamos a permitir que eso ocurra", declaró Trump durante un mitin en Fort Bragg, la mayor base militar de EEUU.
"No permitiremos que agentes federales sean atacados ni que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Eso es lo que son", añadió. El presidente también criticó la quema de banderas estadounidenses y anunció su intención de impulsar penas de prisión para quienes realicen este acto.
California demanda a Trump
Este lunes, el estado de California presentó una demanda contra Trump, argumentando que el despliegue de la Guardia Nacional fue "ilegal" y que violó la Décima Enmienda de la Constitución. Según informó CNN, el coste de esta operación asciende a 134 millones de dólares. El juez ha programado una audiencia sobre la solicitud de California para este jueves.
El sábado, Trump decidió enviar más refuerzos a pesar de que funcionarios electos, la Policía y el alguacil de Los Ángeles confirmaron que las protestas, en su mayoría pacíficas, estaban bajo control. Esta decisión provocó un nuevo enfrentamiento verbal entre Trump y el gobernador Gavin Newsom, quien acusó al presidente de crear "una crisis" y de "agravar la situación".
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, aseguró en una rueda de prensa que desconoce cuál será el papel de los infantes de Marina que llegarán a la ciudad. Sí conoce la misión asignada a la Guardia Nacional, cuyo objetivo es proteger los edificios federales, pero criticó que Trump los haya enviado porque, según ella, "no era necesario".
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