Un artículo del letrado mayor del Parlament catalán pone en duda la legitimidad del referéndum

Según informa en exclusiva este jueves el diario 'La Vanguardia', un artículo del letrado mayor del Parlament catalán, Antoni Bayona, pone en duda la legalidad en la estrategia de los grupos parlamentarios independentistas en la Cámara, que son mayoría absoluta.

Bayona, que también es profesor de Derecho Administrativo de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), considera en su duro artículo publicado en la 'Revista Catalana de Dret Públic' que es un "grave error" considerar el Estado español de "autoritario" por no permitir el referéndum y que se debe seguir "una línea clara de continuidad y coherencia".

También explica que cualquier consulta o referéndum en esos términos afectar el orden constitucional supone "preguntar sobre la independencia de Catalunya en ejercicio del derecho a decidir" y que por tanto el Tribunal Constitucional no puede permitir su celebración. Recuerda que esta doctrina constitucional incluso impediría un referéndum acordado entre el Estado español y Cataluña, como pasó en Reino Unido con la consulta para los escoceses.

Bayona, más allá de alinearse a favor o no de celebrar la consulta, recuerda, y es importante, que "no tiene sentido iniciar un proceso de reforma constitucional especialmente complejo como el previsto por la Constitución si previamente no se ha verificado una voluntad mayoritaria de la población afectada". E incide en que la mayoría absoluta parlamentaria que tienen en Cataluña los partidos soberanistas no se corresponde con la mayoría de la población de la autonomía, por lo que no representa, como pretende, a la mayoría de los catalanes.

Sobre una declaración unilateral o un proceso de independencia unilateral, sostiene que "es evidente que se constata una debilidad de origen cuando lo que se pretende es legitimar una ruptura del marco jurídico vigente con el fin de conseguir la independencia". Cree que esa vía es "prematura y poco realista" y que no representaría a la mayoría de la población catalana.

Y echa un capote a España al destacar que es absurdo hablar de tiranía o falta de democracia desde Madrid: "Pretender, a partir de la constatación de ciertos déficits, que el Estado español mantiene formas autoritarias (postfranquistas) que lo convertirían en no democrático puede suponer un grave error de apreciación política y sobre todo jurídica".

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