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Un incendio forestal
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Un incendio forestal (Foto: Unsplash)

Cambio climático: las temperaturas en Europa aumentan más del doble que la media mundial

El aumento de la temperatura observado en Europa en los últimos 30 años es más del doble que el incremento medio de la temperatura registrado a nivel mundial: en ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable.

Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de la ONU, a medida que continúe la tendencia al calentamiento, la sociedad, las economías y los ecosistemas se verán afectados por episodios de calor excepcionales, incendios forestales y crecidas de aguas, así como por otros efectos del cambio climático.

El informe Estado del clima en Europa -elaborado conjuntamente con el servicio de Copernicus relativo al cambio climático (C3S) de la Unión Europea- se centra en el año 2021, y contiene información sobre el aumento de las temperaturas, las olas de calor terrestres y marinas, los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en la configuración de las precipitaciones y el retroceso del hielo y la nieve.

Las temperaturas en Europa han aumentado significativamente durante el período 1991-2021, a un ritmo medio de aproximadamente +0,5 °C por década. Como resultado, los glaciares alpinos perdieron 30 metros de espesor de hielo entre 1997 y 2021, y el manto de hielo de Groenlandia se está derritiendo y contribuye a acelerar la subida del nivel del mar. En el verano de 2021, Groenlandia experimentó un episodio de deshielo y, por primera vez, se registraron precipitaciones en su punto más alto, la estación Summit Camp.

En 2021, los fenómenos meteorológicos y climáticos de gran impacto provocaron cientos de víctimas mortales, afectaron directamente a más de medio millón de personas y causaron pérdidas económicas que superaron los 50.000 millones de dólares de los Estados Unidos. Alrededor del 84 % de esos fenómenos fueron crecidas o tormentas.

No todo son malas noticias

Sin embargo, no todo son malas noticias. En Europa, varios países han logrado reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. Cabe destacar especialmente el caso de la Unión Europea, dado que entre 1990 y 2020 recortó las emisiones de ese tipo de gases en un 31 %, y ha fijado un objetivo de reducción neta de las emisiones para 2030 del 55 %.

Europa es también una de las regiones más avanzadas en materia de cooperación transfronteriza para la adaptación al cambio climático, en particular en las cuencas fluviales transnacionales. Es uno de los líderes mundiales en la implantación de sistemas eficaces de alerta temprana, puesto que el 75 % de su población está protegida por ese tipo de sistemas. Y los planes de acción establecidos para abordar los efectos del calor en la salud han permitido salvar muchas vidas del calor extremo. Con todo, los desafíos son considerables.

Escenarios futuros

Según las contribuciones del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), todo apunta a que los desastres debidos al tiempo, el clima y el agua aumentarán. En ese informe se llegó, con un “nivel de confianza alto”, a las conclusiones siguientes:

  • Con independencia de los niveles futuros de calentamiento global, las temperaturas aumentarán en todas las zonas europeas a un ritmo superior al de los cambios en la temperatura media mundial, en consonancia con las observaciones del pasado.
  • La frecuencia y la intensidad de los episodios extremos de calor, incluidas las olas de calor marinas, han aumentado en las últimas décadas y se prevé que sigan aumentando con independencia del escenario en materia de emisiones de gases de efecto invernadero que se materialice. Se prevé que, con un calentamiento global de 2 °C o más, se superarán los umbrales críticos que afectan a ecosistemas y personas.
  • De las observaciones realizadas se desprende un patrón estacional y regional congruente con el aumento previsto de las precipitaciones en invierno en el norte de Europa. Asimismo, se prevé una disminución de las precipitaciones en verano en el Mediterráneo, una tendencia que se extenderá a las regiones situadas hacia el norte. También se prevé que, si se alcanzan niveles de calentamiento global superiores a 1,5 °C, las lluvias extremas y las inundaciones pluviales aumentarán en todas las regiones, salvo en el Mediterráneo.

Efectos del clima

Salud: El cambio climático afecta a la salud de la población europea de múltiples maneras, por ejemplo, al provocar muertes y enfermedades causadas por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como las olas de calor; al multiplicar la incidencia de los casos de zoonosis y de las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores; y al ocasionar problemas de salud mental.

En Europa, los fenómenos climáticos extremos más mortíferos son las olas de calor, en particular en el oeste y el sur del continente. La combinación de cambio climático, urbanización y envejecimiento de la población en esta región no solo genera vulnerabilidad al calor, sino que también la agrava aún más.

Las alteraciones debidas al cambio climático en la producción y distribución del polen y las esporas pueden conllevar un aumento de los trastornos alérgicos. Más del 24 % de los adultos que viven en la región europea padecen diversas alergias, incluida el asma grave, mientras que entre los niños y niñas de la región, ese porcentaje oscila entre el 30 y el 40 % y no deja de crecer. El cambio climático también incide en la distribución de las enfermedades de transmisión vectorial. Cabe destacar el caso de las garrapatas (Ixodes ricinus), que pueden transmitir la enfermedad de Lyme y la encefalitis transmitida por garrapatas.

Según la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, en 2019 cerca de medio millón de personas murieron de forma prematura en la Región de Europa de la OMS a causa de la contaminación antropógena del aire ambiente por partículas finas, una parte importante de las cuales se debió directamente a la quema de combustibles fósiles. Se calcula que la reducción de las emisiones de carbono podría evitar unas 138 000 muertes prematuras al año, y que ello podría generar un ahorro de entre 244 000 y 564 000 millones de dólares.

Los niños y niñas son más vulnerables a las consecuencias del cambio climático que los adultos, tanto en el plano físico como en el psicológico. Según el índice de riesgo climático de la infancia (CCRI) del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en Europa casi 125 millones de niños viven en países sujetos a un riesgo “medio-alto” (el tercero de los cinco niveles de clasificación utilizados a nivel mundial).

Ecosistemas: La mayor parte de los daños causados por los incendios forestales se deben a episodios extremos para los que ni los ecosistemas ni las comunidades están adaptados. El cambio climático, la conducta de las personas y otros factores subyacentes están creando las condiciones para que los incendios sean más frecuentes, intensos y devastadores en Europa, y ello entrañará notables consecuencias socioeconómicas y ecológicas.

Transporte: En el ámbito del transporte, las infraestructuras y las operaciones están en riesgo tanto por el cambio climático incremental como por los fenómenos extremos, como las olas de calor, los fuertes aguaceros, los vientos intensos y los niveles extremos del mar y de las olas. Los umbrales de resistencia a fenómenos meteorológicos utilizados para construir gran parte de las infraestructuras de transporte se calcularon teniendo en cuenta valores históricos, por lo que no son capaces de resistir los episodios extremos actuales.

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