Álvaro García Linera, en su calidad de Presidente Nato del Congreso Nacional, anunció ayer que se posponía hasta mañana sábado la sesión en la que el Parlamento tiene previsto debatir la ley del referendo constitucional. La justificación fue explicada en la voluntad de encontrar un acuerdo entre oficialismo y oposición.
García Linera justificó el aplazamiento "para permitir" que oposición y oficialismo lleguen a acuerdos en la comisión del Congreso que negocia modificaciones en el proyecto antes de convocar el referendo constituyente.
"Estamos a las puertas de un gran acuerdo, de un gran reencuentro", aseguró el vicepresidente durante una conferencia de prensa ofrecida en La Paz. Según García Linera, "están dadas todas las condiciones para que en las siguientes horas Bolivia pueda tener de manos de su Congreso un texto que la una".
La oposición al presidente Evo Morales había criticado la sesión del Legislativo convocada para hoy porque la consideraba una nueva "medida de presión" sobre las negociaciones abiertas para tratar de resolver la crisis política del país.
En Bolivia, los opositores partidistas y autonomistas de Evo Morales rechazan de plano el proyecto constitucional con el que el presidente indígena e izquierdista quiere refundar el país.
En el Congreso, una "comisión de concertación" negocia introducir modificaciones al proyecto constitucional para que la oposición acepte convocar el referendo que requiere su entrada en vigor, ya que el oficialismo necesita de sus votos para reunir los dos tercios necesarios.
El diálogo en el Congreso está bajo la observación de delegados de organizaciones internacionales, entre ellos la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Unión Europea y la Iglesia Católica.
El vicepresidente boliviano pidió que "bajen la guardia y no sigan promoviendo el enfrentamiento" a los sectores de la oposición que se niegan a aceptar el referendo constituyente, a los que calificó de "fuerzas de confrontación".