En principio, Ahmadineyad cuenta con más apoyos dentro de la población y de la línea dura del Estado encarnada por el Consejo de Guardianes y la Guardia Revolucionaria, además del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Pero no hay que descartar una dura batalla electoral, pues Musavi se ha hecho con las simpatías de las nuevas generaciones.
El también moderado Mehdi Karubi, ex presidente del Parlamento, y el ultraconservador Mohsen Rezai, ex comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, son los otros candidatos a ocupar la Presidencia de Irán, pero son los que a priori tendrían menos opciones de hacerse con el cargo, según han revelado distintas encuestas.
La jornada comienza con polémica. El candidato Musavi aseguró esta mañana que se estaba impidiendo el acceso de algunos de sus observadores a los colegios electorales, según informó la agencia de noticias ILNA.
"En estos momentos se está impidiendo la presencia de algunos de nuestros representantes en los colegios electorales y no nos están permitiendo supervisar las votaciones", declaró Musavi a ILNA. "Esperamos que las autoridades solucionen este problema lo antes posible", agregó.
Los candidatos enfrentados a Ahmadineyad, entre ellos el clérigo reformista Mehdi Karubi y el antiguo jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezaie, han pedido al Ministerio del Interior y al lider supremo, ayatolá Alí Jamenei, que garanticen la legalidad de las elecciones.
Ahmadineyad ha descartado cualquier posibilidad de fraude y el Ministerio del Interior ha asegurado que los observadores de los candidatos tendrán pleno derecho a permanecer en todos y cada uno de los 45.000 colegios electorales del país.