El presidente Evo Morales, desde el palco oficial, dio la bienvenida a sus homólogos Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Fernando Lugo de Paraguay; además de varios cancilleres de Latinoamérica, entre los de Honduras, Patricia Rodas, quien escuchó muy atenta las palabras de apoyo del mandatario boliviano, con relación al golpe de Estado que sufrió su gobierno.
Entre aplausos de regocijo y lágrimas de emoción, los que abrieron el desfile cívico fueron los representantes de los pueblos indígenas invitados (Guatemala, Perú, Ecuador, Colombia entre otros) y de Bolivia, recordando que estos fueron los precursores de las sublevaciones contra el colonialismo de la corona española.
Pero no sólo los indígenas participaron de esta celebración, también lo hicieron los sectores sociales a la cabeza de la Central Obrera Boliviana (COB), cuyo secretario ejecutivo, Pedro Montes, se acercó hasta el placo donde se encontraban los presidentes para saludarlos.
Los militares de Argentina abrieron la parada castrense denominada el “Desfile Bolivariano”, en el que participaron además efectivos de Ecuador, de Perú, de Venezuela, y cerraron la parada las miembros del Ejército, Fuerza Aérea y Fuerza Naval bolivianos.