Alonso se 'estrena' con Ferrari en Japón, donde la humilló en 2006

También desde entonces había dejado de correrse en este circuito de Suzuka,  que después de dos años fuera del calendario de Fórmula 1, vuelve a escena en una carrera que tiene, aparte del morbo del inicio de la despedida de Fernando Alonso de Renault, otro aliciente: saber si Jenson Button es capaz de alzarse matemáticamente con el título de campeón de 2009.

Para ello, Button ha de sumar cinco puntos más que Rubens Barrichello y no dejar que Sebastian Vettel le recorte seis o más puntos. Parece difícil que estas circunstancias se den, pero todo es posible. La última carrera de F1 en Suzuka se disputó en el año 2006. Era la penúltima carrera del año y Schumacher y Alonso llegaban empatados en la cabeza del campeonato, con ventaja para el alemán al contar con una victoria más.

Las cosas pintaban bastante mal para el piloto español antes de la carrera, situado en la quinta plaza de la parrilla de salida, con Michael en la pole position'. Fernando pasó a Trulli en la salida, y pocas vueltas después hizo lo propio con Ralf Schumacher. Al segundo clasificado, Felipe Massa, lo adelantó durante el primer repostaje, ayudado por un pinchazo lento que sufrió el brasileño.

Con esto, el duelo entre los dos gallos de aquella temporada estaba servido. La distancia entre ambos se mantuvo constante hasta que, a poco más de diez vueltas para el final, el motor del Ferrari de Schumacher dijo basta dejando la carrera, y el título de pilotos, en bandeja para Alonso El único circuito del mundial con forma de 8 comienza con una recta de meta en bajada, tras la cual los pilotos llegan a la primera curva, de doble vértice y rapidísima en su entrada.

Un circuito lleno de 'eses'

Es fundamental no perder la línea en ningún momento para no hipotecar las eses que siguen. Son una serie de cuatro rápidas curvas donde el apoyo aerodinámico debe ser perfecto. Éstas finalizan en la curva Dunlop, un larguísimo viraje de izquierdas y en subida. Una vez coronada dicha subida, una pequeña recta nos deja en la curva Degner, de derechas y de quinta velocidad, que enlaza con otra curva de derechas más lenta.

De nuevo los pilotos aceleran, y tras pasar por debajo del puente por el que se cruza la pista, afrontan una horquilla de segunda velocidad. Tras esta zona, los pilotos acelerarán a tope metiendo todas las marchas hasta llegar a la curva de la cuchara, un viraje de doble vértice de izquierdas (siendo el segundo más lento que el primero) donde el subviraje es un problema crónico.

De nuevo otra recta larga donde se engranan todas las marchas hasta llegar a 130 R, una curva rapidísima de izquierdas que hoy en día se toma a fondo. Tras ella, una fuerte frenada lleva a los pilotos a la chicane del Triángulo, muy lenta, y de donde es muy importante salir bien para evitar que te cojan el rebufo en la recta de meta.