El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, declaró el estado de excepción, "sin suspensión de derechos", en las ciudades de Quito, Guayaquil y Manta, ante un rebrote de la delincuencia en esa ciudades, informó la Secretaría de Comunicación del Gobierno.
La medida se aplicará "ante las amenazas que han significado en los últimos días las acciones del crimen organizado y la inseguridad en las mencionadas ciudades", señala un informe oficial, al precisar que el estado de excepción, que no suspende los derechos ciudadanos, durará sesenta días y podría extenderse a otras urbes.
La declaración presidencial implica que las Fuerzas Armadas apoyarán a la Policía en operaciones de control de armas, combate a la delincuencia y revisión de vehículos, bajo la coordinación del Ministerio de Gobierno (Interior).