La semana pasada se “deslizó” con cautela la noticia de que Ecuador no es la “Patria Alfabetizada” que con bombos y platillos proclamó el Gobierno, a través de su Ministro de Educación, hace un tiempo.
La falsa declaración la hizo el Presidente de la República el 8 de septiembre de 2009 en Manabí, en un estadio, en compañía del Ministro de Educación y ante delegaciones de alfabetizados y alfabetizadores de varias provincias.
Allí dijeron que la tasa de analfabetismo se redujo del 9 al 2,7 % y que entre 2007 y 2009 aprendieron a leer y a escribir, gracias a los planes educativos del Régimen, exactamente 420, 888 personas.
Ahora nos enteramos que, según el INEC, en el país el analfabetismo se elevó de 7,62% en el 2008 a 7,77% en el 2009.
¿Hará el Gobierno una cadena para explicar a la ciudadanía esto que, como gusta de decir el Presidente, es una
barbaridad?
Un especialista, que ha dedicado años de estudio a la educación, declaró sentir vergüenza por el falso anuncio de “Patria Alfabetizada”.
Otros, que suelen presentar a su revolución con las “banderas victoriosas”, deberían bajar la cabeza y admitir que mintieron al pueblo que dicen representar.
Esta escandalosa cuestión debe alertarnos sobre las “transformaciones” que se hacen respecto a indicadores sociales en nuestro país. Luego de tan cuantiosas inversiones (más que ningún otro gobierno, según el Régimen), ¿habrán disminuido realmente los índices de pobreza? ¿Se ha incrementado la calidad de vida de los ecuatorianos todos?
Ahora ya sabemos de dónde vienen las más peligrosas mentiras.