www.diariocritico.com
Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Policía Municipal

Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Policía Municipal

lunes 07 de mayo de 2007, 13:50h
Temas como el del cuartel de la Guardia Civil de Roquetas, en cuya sentencia se puede leer que la fuerza corporal utilizada no sólo tenía la finalidad de reducirlo, sino también de causar daño innecesario a la persona que finalmente murió, o la grabación a cuatro Mossos d’Esquadra apaleando a un detenido en una comisaría en Barcelona, o la denuncia de Miguel Ángel Hernando, Lichis, líder del grupo La Cabra Mecánica, de haber recibido una “brutal paliza” por parte de la Policía municipal de Sant Boi , o el último episodio protagonizado por un mosso que ha matado de un tiro a un enfermo mental y herido al padre del mismo en el abdomen, por el rebote de otra bala, son algunos de los pocos casos que se pueden leer en los medios de comunicación, pero que indiscutiblemente hacen meditar bastante a los ciudadanos respecto hasta qué punto es o no necesario utilizar la fuerza por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.

Portavoces de estos Cuerpos y prescriptores cargados de buenas intenciones, no justifican, pero sí explican, que hechos como esos no hay que sacarlos de su contexto ni darles excesiva importancia, porque son hechos aislados que no ocurren casi nunca y que, además, la sociedad tiene que comprender que en todo colectivo siempre existe alguien que se salta las reglas y que no por eso hay que presuponer que todo el colectivo actúa mal.

Es cierto que en todo colectivo siempre puede haber personas que no merezcan pertenecer al mismo, pero está bastante demostrado que en los colectivos de las Fuerzas de Seguridad existe un corporativismo por encima de lo normal que comprende, cuando no disculpa, determinadas actitudes. Sirva como ejemplo que la primera versión que dieron del tema del disparo del mosso, es que disparó tras resbalar y caerse al suelo “porque la calle tenía mucha pendiente”, y que lógicamente le disparó “en defensa propia”. Sin embargo, pasadas unas horas, tuvieron que cambiar la versión y decir que lo que ocurrió es que el mosso se vio “acorralado” y, según la ultima versión, “no tuvo más remedio que disparar”.

Por otra parte, no es cierto que sea lo mismo el que exista personas que se comporten mal en cualquier otro colectivo, que aquellos que se comportan mal en los Cuerpos encargados de hacer cumplir la ley, pues no debemos olvidar que, tal y como reconoce nuestro ordenamiento jurídico, las opiniones de los miembros de los Cuerpos de Seguridad prevalecen sobre los de cualquier otro ciudadano, o lo que es lo  mismo, si como ocurre en el caso de Lichis, él afirma que fue torturado y los agentes justifican las lesiones que tiene porque se resistió a entregar su documentación y agredió a un policía con la cabeza, a los que van a creer es a los policías y no a Lichis.

Nos hemos enterado de lo ocurrido a Lichis porque forma parte de un conjunto musical que tiene una determinada notoriedad en los medios de comunicación, pero estoy seguro que habrá muchos Lichis anónimos, que habrán pasado por la misma situación y de los que nunca leeremos ni una línea en los medios de comunicación.

Lo importante es que hechos como los descritos no ocurran, pero en el caso de que ocurran, sea quien sea el receptor de la violencia, que la sociedad los conozca, para que de esta forma pueda hacer fuerza y ayudar a que estos colectivos tan importantes para cualquier país democrático eviten que formen parte de ellos personas que no respetan la ley y se aprovechan de su pertenencia a los mismos para salir impunes de sus abusos.

Algo tendrá que hacer el Gobierno central, los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos para evitar que la imagen de la Policía y Guardia Civil, policías autonómicas y policías municipales, que respectivamente dependen de ellos, siga deteriorándose frente a la opinión pública.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios