Los españoles no nos merecemos un Gobierno que mienta. Nos mintió José Mª Aznar intentando convencernos de que en Irak había armas de destrucción masiva, pero la mentira era tan burda que miles de ciudadanos salimos a la calle a decir alto y claro que no queríamos que España tuviera nada que ver con esa guerra. Y nos mintió cuando nos dijo que detrás del atentado de la estación de Atocha donde fueron asesinadas casi doscientas personas, estaba ETA. Ahora, la pregunta que se hacen muchos ciudadanos es si Zapatero miente respecto a ETA. Es una pregunta terrible porque significa que el germen de la desconfianza ya se ha instalado en la sociedad, y que el presidente Zapatero se ha ido dejando jirones de credibilidad en estos casi tres años de gobierno.
Claro que el presidente, según dicen sus allegados, está convencido de que disfruta de un estado de gracia perpetuo y por tanto los ciudadanos van a avalar en las urnas cuanto viene haciendo. Zapatero desprecia a Rajoy aunque no lo diga porque está seguro de vencerle ya que, a lo que parece, las encuestas que maneja en Moncloa le auguran un triunfo absoluto en las urnas. Pero una cosa son las encuestas y otra la realidad, y si Zapatero pisara la calle y escuchara a alguien más que no fuera quienes le hacen la "pelota", se enteraría de que el personal empieza a creer que no dice la verdad respecto a ETA, que tal y como ha dejado dicho Batasuna, representantes del PSOE se han reunido en más de veinticinco ocasiones con ellos, y que efectivamente ha habido dos reuniones con ETA después del atentado en la T4 de Barajas.
Zapatero ha aprovechado el fin de semana para hacer una declaración al respecto, y lo ha hecho con ese lenguaje ambiguo y críptico que sirve para decir una cosa y la contraria, pero de la que se desprende que contactos ha habido por aquello de "saber" que piensa la banda. Nuestro presidente ha pasado de querer formalizar ante la sociedad la búsqueda de vías para facilitar el fin de ETA, a querer confundir a los ciudadanos con medias verdades que al final son medias mentiras.
Verán, yo soy de las que escribí apoyando los intentos de Zapatero para poner punto final a ETA por la vida del diálogo, pero también creo que nuestro presidente ha ido cometiendo errores en el recorrido y que persiste en ellos. Las elecciones del 2004 el PSOE las ganó porque, entre otras razones, los ciudadanos teníamos claro que nos nos merecíamos ni queríamos un Gobierno que mintiera como lo estaba haciendo el de Aznar a propósito de la guerra y a propósito del atentado del 11-M. Tres años después los ciudadanos nos preguntamos si nos está mintiendo José Luis Rodríguez Zapatero, nos preguntamos qué esconde tras el tono encolado de su voz cuando enfatiza sobre el asunto de ETA, sin decir ni sí ni no sino todo lo contrario.
Si Zapatero pisara tierra firme sabría que muchos españoles, incluidos muchos de los que un día le votaron ilusionados, piensan que no dice la verdad, piensan que miente. Así de duro, así de terrible.