Castigado por su investigación de los crímenes franquistas, no escapa a la polémica por otras instrucciones
El juez ha explicado ante los más de 150 invitados del loby 'Un dels nostres' (Uno de los nuestros) -que agrupa personalidades de todos los ámbitos con una visión progresista aunque, curiosamente, también tiene reminiscencias, casualmente no muy positivas, de un film de Martin Scorsese- que "respeta la justicia" y que es juez aunque le expulsen, un hecho que considera "probable".
Garzón ha criticado que la independencia judicial y la libre valoración de la prueba "están siendo cuestionadas por la más alta instancia judicial", en referencia al Tribunal Supremo. "Estoy sufriendo un proceso judicial, no he protestado sobre el hecho de que esté en marcha, quiero que continúe para que yo pueda decir mi verdad", ha destacado Garzón, que asegura que está pendiente de un juicio por haber hecho su trabajo y "lo que exigía la ley".
"No hay un aplicación injusta de la ley, ha habido una interpretación de las leyes españolas e internacionales, de la jurisprudencia, aplicada a unos hechos que se catalogan como crímenes contra la humanidad, es así y lo ratifico aquí y ahora", ha aseverado, no obstante el juez.
Baltasar Garzón ha matizado que todo juez tiene la obligación de agotar todas las posibilidades para dar respuesta a las víctimas. Ha asegurado que está "tranquilo" porque no tiene la sensación de haber hecho "algo mal" y que afronta el juicio desde "la integridad, ética y tranquilidad de saber que volvería a hacer lo mismo". Ya lo decíamos. Para que quede claro, el magistrado habla de sus instrucciones basadas en los crímenes franquistas.
"Politización de la justicia"
El presidente de la Generalitat, José Montilla, que también ha asistido a la entrega del premio y a la posterior cena, ha destacado que Garzón es ahora "víctima de aquello que tanto ha perseguido" y que el juez siempre ha sido "fiel a unos principios que le han llevado a preocuparse más de su propia coherencia interna que de la opinión de los demás".
Montilla ha criticado la "creciente politización de la Justicia". "La Justicia debe poder mantenerse al margen de la batalla política, porque si la Justicia no funciona entra en peligro el normal funcionamiento de las instituciones", ha matizado el presidente, que ha mostrado su admiración a Garzón "por su coraje y su actitud".