Lo bonito del día de después son lo análisis que cada partido y cada medio hace del resultado electoral. La noche de autos, ya se sabe, todos ganan y están encantados de conocerse. Pasada la noche de los sapos y/o los laureles, el discurso se atempera y aunque se trata de guardar las formas de cara a la galería, las procesiones suelen ir por dentro. Y luego quedan los titulares de los medios como materia de reflexión para todos.
Y habría que empezar por el partido que hoy gobierna el país. Un titular: El PSOE hace un "balance claramente positivo" pero admite "un problema" en Madrid. Muy cierto, sobre todo en la segunda parte: la necesidad de reflexionar sobre el problema de Madrid donde el descalabro ha sido mayúsculo; tanto es así, que ya hay voces que reclaman la cabeza de Simancas y hasta el propio candidato derrotado pedía perdón y casi se despedía de su liderazgo. La verdad es que dar la cara por o junto a Sebastián -que logró en solo diez minutos de debate echarse a la gente encima- no debe ser fácil, pero la política es así.
Y luego está el inefable José Blanco que en la noche de autos, y tan solemne como siempre, decía que si no contamos Madrid, el PSOE...
Claro, y si no contamos Valencia, más y si el PP no cuenta Castilla-La mancha y Extremadura, también. Se puede ver a botella medio llena, pero no conviene decir bobadas de semejante calibre.
Otro titular: "Rajoy ofrece a Zapatero un pacto para dejar que gobierne la lista más votada en comunidades como Canarias o Navarra". Leído así, sin más, es como para que se te caiga el alma a los pies. Aquí se cambian comunidades como cromos. No es del todo cierto: Rajoy insiste en que gobierne la lista más votada, pero me temo que ese cambio no se lo van a aceptar. Navarra hoy está en el punto de mira de la política de Zapatero. Pese a todo, el trapicheo se va a dar y uno, humildemente, es de los que opinan que los posibles pactos habría que anunciarlos en la campaña, no después, aunque seguramente tampoco serviría de nada porque aún se recuerda el número del notario recibiendo a Mas y ahí están los coqueteos entre CIU y el PP.
Y una tercera noticia que mereció ir en titulares: "La participación roza el 64%, casi cuatro puntos inferior a la registrada en 2003. La asistencia a las urnas es la tercera más baja en unos comicios locales desde los primeros celebrados en esta etapa democrática". Sin comentarios. Yo no sé si es que no se dan cuenta o es que prefieren que esto vaya camino del pasotismo total, pero vuelvo a decir lo que muchos venimos denunciando desde hace años: los partidos -con afiliaciones ridículas- no pueden usurpar y protagonizar toda la vida social. Si la ciudadanía abandona poco a poco el sistema, seguirán teniendo el poder, pero la democracia habrá perdido todo su sentido.