La decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, Paloma Sobrini, afirmó este lunes que la idea lanzada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de limitar por ley las nuevas construcciones a cuatro alturas "no es una idea brillante" que responde a un modelo anglosajón en desacuerdo con la edificabilidad de la región.
En una entrevista concedida a Europa Press, Sobrini, que ocupa el cargo desde el pasado 5 junio en sustitución de Ricardo Aroca, apuntó que hubiese querido que el Colegio fuese consultado previamente sobre esta medida, a la que auguró poco éxito "porque no es una idea brillante" que obligará a realizar constantes excepciones.
"Las alturas siempre han estado limitadas en el plan de 1996, pero limitarlas a bajo, dos pisos y ático, no crea espacio urbano y va en desacuerdo con la edificabilidad que existe en la Comunidad de Madrid", explicó. "Si tienes que edificar los mismos metros cuadrados --porque nadie va a dejar de hacerlo-- y puedes subir menos, te vas a expandir más, lo que lleva a que quien sale perdiendo es la sociedad porque hay menos viarios, zonas libres, equipamientos, etc... Esto va a llevar consigo casos particulares y excepciones permanentemente. Es una idea que podrían haber consultado con nosotros", agregó.
Desde el punto de vista estético, Sobrini planteó además que establecer cuatro alturas en un casco histórico o una población pequeña es un modelo adecuado, pero "en una zona urbana no es estético porque no crea imagen de ciudad. Calles anchas y cuatro alturas, no es un modelo nuestro, es un modelo de tipología más anglosajona".
Asimismo, se preguntó por qué se deduce que esa medida va a abaratar la vivienda. "El mercado se está reajustando, afortunadamente, gracias a muchas cosas, pero es más caro construir cuatro alturas que cinco o seis porque la repercusión en el precio de la cimentación y la cubierta incide mucho", especificó, y aunque limitar en cuatro pisos no subirá los precios, "tampoco los abaratará".
Un centro de referencia
La nueva decana quiere que el COAM se convierta en una institución de referencia de ahora en adelante en todo lo relativo al urbanismo de Madrid y para ello una de sus primeras decisiones ha sido la de crear una Comisión de Urbanismo que propondrá, en cada caso concreto, la que consideren la mejor solución técnica. El primer tema, que será abordado en septiembre, será el Eje Prado-Recoletos.
"Desde el Colegio nos hemos ofrecido a participar en todo aquello que nos afecte, en todos los temas de arquitectura, urbanismo y edificación", explicó. "Se trata de una Comisión propositiva y, por tanto, me parece una pena que la Comunidad no haya podido consultar estas medidas con nosotros", añadió respecto a las ideas lanzadas al comienzo de la legislatura desde el Gobierno regional.
"Nuestra idea es que, de ahora en adelante, no salga nada de arquitectura o urbanismo que no haya sido debatido y apoyado por nosotros, porque entiendo que nadie mejor que los arquitectos para poder opinar sobre la leyes de urbanismo, que creo que las están redactando personas que no son quizás las más competentes para ello", indicó Sobrini.
"No hay más que ver todos los cargos que han nombrado en temas de arquitectura y urbanismo; no hay ni un solo arquitecto. Por tanto, es de sentido común pensar que quizás necesiten un importante apoyo y asesoramiento del COAM", manifestó Sobrini. En este sentido, la decana dijo que está esperando que Aguirre le conceda una entrevista para ofrecerle todo su apoyo, algo que considera "fundamental".
Retirada de competencias
Respecto a la retirada de las competencias a los ayuntamientos que incumplan las reglas urbanísticas, la decana del Colegio planteó que puede ser una buena medida, pero requiere un planteamiento más amplio. "¿A qué ayuntamientos, por qué, quién dice que el delito es grave o no lo es?, y si es así, de igual manera se deberían retirar competencias a autonomías que las incumplen y pasarlas a la Administración central, y de igual manera, retirar competencias a la Administración central que incumple y pasarlas a la Comisión Europea", manifestó. En caso contrario, "se entra en criterios algo subjetivos y de excepcionalidad respecto a los cuales estoy radicalmente en contra", añadió.
"Creo que retirar las competencias a los ayuntamientos que incumplan la normativa es buena medida, pero, si estos Ayuntamientos se sometieran a un plan regional que estuviera por encima de ellos y todos tuvieran que actuar en consecuencia, no estaría pasando lo que está pasando: Todos los convenios aleatorios existentes, que se deciden con criterios no excesivamente limpios o por motivos no transparentes", dijo.
Así, Sobrini echó de menos "un plan regional perfectamente entendido, claro, de coordinación" que evitaría esta falta de transparencia. Con ello, "no habría ninguna inseguridad porque todo el mundo sabría el marco en el que se está moviendo", consideró.
Solares
Por otro lado, Sobrini tachó de poco preciso el anuncio hecho por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, sobre un impuesto de bienes inmuebles sobre los solares sin construir. Explicó que, cuando un constructor obtiene una licencia, existe un plazo para comenzar la obra, de modo que "ya están fijados los plazos para comenzar" la edificación y no existen excesivas posibilidades de retrasar las obras para especular.
"Creo que estamos hablando del chocolate del loro porque solares habrá muchísimos, pero con licencia y no construidos no llegará al 2%", apuntó. "El que está especulando no pide la licencia de obra, y el que la ha conseguido ya ha incurrido en tantos gastos que lo quiere es construir", indicó.
En este sentido, Pedro Ortiz, responsable de Urbanismo de la Junta directiva del COAM, la legislación española cuenta con elementos de presión sobre los propietarios que no ejercen sus derechos y sus deberes de construir, como por ejemplo la posibilidad de expropiación, pero es un mecanismo tan complejo que no se ha producido casi nunca.
Por otra parte, la decana del COAM explicó que el elevado precio de la vivienda en Madrid se debe a los precios del suelo. "La construcción tiene un precio de mercado, pero la venta de las viviendas está influida por el elevado precio del suelo. Los precios de la vivienda los determinan la capacidad de la demanda y, a partir de ahí, se deducen los costes de producción y los beneficios de los diferentes sectores, el promotor de suelo y el promotor de viviendas, entre los que hay una pugna".
"Si pones más suelo en el mercado no vas a bajar el precio, pero si pones menos suelo y no hay recursos suficientes para la construcción de las viviendas, entonces sí vas a encarecer el suelo", comentó. "Todos esos temas deben ser tratados en una legislación que hasta ahora no se ha querido entender", concluyó.