Inmoral es algo que se queda corto para describir la insólita decisión del ministerio italiano de Seguridad y Medioambiente que pretende recaudar a costa de las desgracias ajenas.
Tal y como publica la edición digital del diario
Repubblica,
Alexandra Mezetti ha mostrado la carta recibida hace unos días por las autoridades en la que le reclaman 725 euros en concepto de limpieza de la calzada, ya que al parecer la sangre derramada por su hijo muerto en un accidente de carretera tuvo que ser eliminada con "una máquina especial" y podía resultar peligrosa para otros conductores por hacer el tramo "resbaladizo". Lo más irónico del asunto es que para colmo, su hijo falleció tras chocar contra una farola mal colocada que originó la imputación por homicidio culposo de tres policías urbanos y un funcionario municipal... El agravio ahora se multiplica.