El conjunto italiano le ganó 4 a 2 en la final
Con Riquelme en la tribuna, Boca fue humillado por el Milán
domingo 16 de diciembre de 2007, 14:46h
A pesar que en la previa los dos equipos aparecían con las mismas posibilidades, en la cancha quedó demostrada una gran superioridad del Milán sobre Boca, y con un segundo tiempo superlativo se quedó con la Copa tras vencer por 4 a 2 en un resultado que pudo haber sido más amplio. Los simpatizantes de Boca todavía se están preguntando porque los dirigentes tardaron tanto en contratar a Riquelme, ya que gastaron millones, pero no lo pudieron utilizar para el partido más importante.
Los dos habían llegado a la final tras haber luchado más de la cuenta ante equipos sumamente inferiores en las semifinales, por lo que no había un claro favorito para el encuentro decisivo. El Milán iba por la revancha, mientras que Boca se apuntalaba en sus últimas participaciones en finales internacionales, aunque, claro, con un Riquelme sentado en la tribuna por la ineptitud de unos dirigentes que tardaron más de la cuenta para contratarlo, sin prever que con Riquelme en cancha, seguramente otro hubiera sido el resultado, y el pase del volante prácticamente se hubiera pagado con el premio otorgado por el premio y por la revalorización de un plantel que mucho va a costar levantar ¿seguirá Russo?.
Del partido en sí, solo en la primera parte hubo paridad donde se pasaban el control de juego, con un Milán que era muy prolijo para trasladar la pelota, pero que carecía de profundidad en el área contraria. Boca por su parte, presionaba muy bien a Kaka y tenía en Banegas a su mejor jugador, apostando a la velocidad de Palacio para definir algún avance con el siempre peligroso Palermo (que finalmente estuvo lejos de demostrar su capacidad goleador y ya hay muchos exitistas que le piden el retiro).
Siguiendo con el desarrollo del partido, fue el Milán el que se puso en ventaja promediando el primer tiempo. Un desborde de Kaka-la figura del juego- generó un rebote en Maidana, a lo que el astro brasileño mandó un centro que fue bien aprovechado por Inzaghi.
Cuando todos especulaban con un Milán preparado para contraatacar ni tiempo hubo, ya que en la jugada siguiente al gol, de un rápido avance de Boca llegó la igualdad. Increíblemente los defensores del Milán se “durmieron” en un córner, que fue aprovechado por Palacio para decretar la igualdad parcial. De ahí hasta el final del primer tiempo siguieron repartiéndose el juego, aunque quedaba la sensación que el conjunto italiano cuando se lo propusiera se podía llegar a poner en ventaja.
Y así fue. Boca devolvió gentilezas al marcar mal en una pelota parada y Nesta puso el 2 a 1 que iba a ser clave para poder ganar la Copa. Como no pudo hacer tras el primer tanto, esta vez el oficio del equipo italiano le sirvió para ajustar las marcas y salir rápido de contra. Kaka en una gran jugada desbordó nuevamente por izquierda y aprovechó una mala respuesta de un inseguro Caranta para poner el 3 a 1. Minutos después el tridente ofensivo del Milán trituró las pocas esperanzas de Boca. Seedorf, habilitó a Kaka, que nuevamente vio solo a Inzaghi que no tuvo ningún problema para poner el 4 a 1. La diferencia pudo haberse aumentado, pero, una irresponsabilidad Kaladze dejó al Milán con diez jugadores, frenando el ritmo, algo que fue aprovechado por los xeneixes para descontar y hacer que finalmente el resultado sea más decoroso.
Para Boca llegó el momento de reflexionar y realmente analizar porque realizaron una operación tan costosa como la vuelta de Riquelme, quizás pensando que iban a hacer lo que querían como lo hacen en el fútbol argentino, aunque finalmente no lo pudieron utilizar en el encuentro más importante del año.