Una gran mayoría de las víctimas mortales de la DANA del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia había fallecido antes de que se lanzara la alerta a los móviles a las 20:11 horas, según las diligencias que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, un documento que contiene más de 1.000 páginas que va con las denuncias de las personas afectadas y sus familiares al que han podido acceder varios medios.
Páginas en las que se detallan las circunstancias en las que desaparecieron debajo de la ola de barro y lodo que destrozó decenas de pueblos. Una de ellas relata cómo "el agua llegó de golpe" y, a las 18:00 horas, les encontró de sorpresa en el garaje, reventando la puerta y llegando hasta los dos metros de altura en muy poco tiempo. Los buzos encontraron a su hermano a los 3 días.
Otra denunciante asegura que su marido logró agarrarse a una verja cuando el agua ya le llegaba a la boca, pero la fuerza de la riada le terminó arrastrando hasta un garaje. Los vecinos pidieron oírle pedir auxilio durante 40 minutos, pero no se pudo salvar.
Otro testimonio relata que sus padres, mayores, salían a cenar cuando el agua comenzó a subir de repente, luego intentaron llegar a los pisos de arriba. En la pared se quedó una huella de su mano. Seguramente, comenta, resbalaron y no lo lograron. Un testimonio que se repite varias veces: la mayoría de los ancianos fallecieron en plantas bajas sin que nadie les diera aviso de que tenían que buscar refugio en los pisos altos.
Muchos de estos episodios, según la investigación, pasaron antes de que las alarmas saltaran en los teléfonos móviles de la población, que se mandó a las 20:11 horas de aquel 29 de octubre.
Los primeros folios del documento se comenzaron a redactar la mañana siguiente a las inundaciones, el 30 de octubre de 2024, para ordenar en los posible el levantamiento de cuerpos por parte de los médicos forenses y la formación de piezas separadas respecto de cada uno de los fallecidos.
La mayoría de las denuncias del resto de fallecidos, creadas a partir de testimonios de familiares o amigos de los difuntos, determinan una hora aproximada de desaparición, entre las 19 y las 20 horas principalmente, es decir, con anterioridad a las 20:11 horas, cuando el Cecopi mandó el mensaje Es_Alert.