En la democracia española de 2025 que nadie busque para el común de los ciudadanos ni igualdad, ni justicia, ni -mucho menos- transparencia.
Es decir, que nuestra democracia ha ido diluyéndose en estos 7 años de gobierno de Pedro Sánchez como un azucarillo en el café con leche y ya de democracia queda apenas la justa para ser digna de poder seguir acuñándo ese nombre si de lo que se trata es de aplicarla a todos los ciudadanos, independientemente de su adscripción política o ideológica.
Sólo si se está próximo al sanchismo o a los socios que lo mantienen en el poder, es decir, la izquierda radical o los nacionalismos catalán y vasco, a base de retorcer la Constitución y la legalidad vigentes, encuentran atajos para instalarse en la más absoluta impunidad. Estamos ya en situación de admitir que la ley ya no es igual para todos, y a un pasito de normalizar que aquí todo vale, y no debiera ser así.
Los únicos baluartes democráticos que aún permanecen erguidos frente a tamaño abuso son la Justicia, la prensa libre y algunas instituciones independientes de la acción política gubernamental, entre las cuales merece mención especialísima la Unidad Central Operativa (UCO), de la Guardia Civil.
Precisamente a la UCO, en su papel de policía judicial, y a la prensa libre debemos que hayan salido a la luz en los últimos años graves asuntos de corrupción que están cercando directamente al presidente del gobierno, entre los que destacan las causas que atañen a su esposa, su hermano, el Fiscal General del Estado y al que fuera su mano derecha en el partido y en el gobierno, José Luis Ábalos y estamos a la espera de un próximo informe sobre Cerdán, el actual número 3 del PSOE.
En las últimas 72 horas hemos conocido diversos movimientos especialmente reprobables vinculados al partido del gobierno, el PSOE, orientados a desprestigiar, primero, y a neutralizar después a la propia UCO y a su responsable y jefe operativo.
Tratar de encontrar límites éticos a la acción política del gobierno Sánchez es empresa imposible. Si hace falta situar al frente del Tribunal Constitucional (TC), a alguien que sepa manejar la ley para secundar los intereses propios, ahí está Conde Pumpido para dar muestras constantes de ese quehacer.
Si hay que tener "atada y bien atada" a la radio-televisión pública (RTVE), montamos un nuevo consejo de administración en el que damos cabida a todos los partidos que nos apoyan y ya está…Y así operamos con INDRA, Telefónica, EFE, Correos, Renfe, Adif, Red Eléctrica y un sinfín de instituciones claves más.
En todas ellas se busca exactamente lo mismo: que no actúen libre e independientemente sino en función de los intereses gubernamentales.
Pero, si ya todo eso es ética y estéticamente al menos cuestionable, en los 2 o 3 últimos días hemos superado con creces ese panorama. Me refiero a los audios que ha ido sacando a la luz 'El Confidencial' que tienen como chusca protagonista a Leire Díez, una militante y "fontanera" del PSOE -como parece que todo el mundo ha decidido llamar a quienes se meten en estas actividades oscuras, ilegales y hasta mafiosas-, buscando complicidades con empresarios imputados para cargarse a la UCO.
Todo lo revelado hasta la fecha habría sido motivo más que sobrado para que las dimisiones se sucedieran en cadena y, hasta el momento -como digo-, sólo el número 2 del ministro del Interior ha salido -o "le han dejado caer"-, del ministerio, y no por este tema sino por razones familiares y en plena faena de acoso y derribo contra la UCO.
Y, por supuesto, ni una sola palabra de apoyo a la UCO por parte ni de la directora general de la Guardia Civil, ni del ministro del Interior, Grande-Marlaska, ni del de Justicia, Presidencia (y todo lo demás), el ministro Bolaños, y, muchísimo menos y por razones obvias, por parte del presidente del gobierno que siempre tiene un oportunísimo viajecito internacional para escapar a las preguntas de diputados, senadores y prensa sobre un particular tan extraordinario. En aguas revueltas, mejor quitarse de en medio. Hay silencios ensordecedores, y este es uno de ellos.
Aunque inicialmente el partido de Ferraz negó la mayor hay fotos de Leire Díez con Sánchez, Begoña, Patxi López o José Luis Ábalos…Pero en el PSOE decían que casi no la conocen.
Entraba y salía de Ferraz como Pedro (Sánchez), por su casa y, finalmente, no han podido resistir a la presión política y mediática y el PSOE ha iniciado un expediente informativo contra la ilustre militante. Nada de expulsiones inmediatas, ni mucho menos.
Al fin y al cabo, Leire Díez sólo cumplía órdenes. ¿De quién? Uno de los empresarios contactados daba ya la clave esta misma mañana en los medios de comunicación , y apuntaba al mismísimo Pedro Sánchez.
Vamos que, una vez descubierto el pastel, a Leire no parece querer conocerla nadie dentro del partido. Pero su labor investigadora al servicio de las cloacas del poder ya habrían debido enrojecer a Ferraz y a todo el gobierno en pleno y, ya se alzan incluso algunas voces socialistas (Lambán, Page...), y no socialistas (Feijóo...), para que esta agonía del gobierno toque definitivamente a su fin y, de una vez por todas, el presidente vuelva a convocar elecciones generales.
Claro que eso supondría que su futuro aún sería más negro, así es que mucho me temo que, una vez más, seguirá creciendo la indignación popular y, paralelamente, la fuerza con la que Sánchez volverá a aferrarse al sillón de Moncloa.
Viendo estas prácticas del partido del gobierno hay quién piensa que más parece que estemos en Palermo, o en Chicago años 20 del siglo pasado, incluso en medio de una tragedia shakespeariana como Macbeth, lugares todos en los que no se recurre a la justicia o a los contrapoderes para encauzar la acción del estado sino, y por el contrario, a prácticas ilegales y nada honorables.