La activista sueca Greta Thunberg ha contado en una entrevista que ha salido este miércoles en el tabloide 'Aftonbladet' los malos tratos que recibió por parte de los militares israelíes durante los 5 días de detención posteriores al abordaje en aguas internacionales de la flotilla con ayuda a Gaza en la que iba.
"Me daban patadas cada vez que me tocaba la bandera", indica, aunque ha subrayado en que los medios no tienen que hacerse eco de su historia, sino en la de los abusos cometidos contra la población palestina. "Si Israel, ante la mirada de todo el mundo, puede tratar así a una persona blanca y conocida con pasaporte sueco, imagínate lo que les hacen a los palestinos a puerta cerrada", advierte.
A su llegada al puerto israelí de Ashdod, un grupo de policías ya la estaba esperando. "Me agarran, me tiran al suelo y me cubren con una bandera israelí", señala. "Me separaron de los demás, envuelta todo el tiempo en la bandera. Me golpearon y me dieron patadas". Y continúa diciendo que "habían aprendido 'Lilla hora' (pequeña puta, en sueco) y 'Hora Greta' (puta Greta) y lo repetían todo el rato".
Escribieron 'puta' en su equipaje
La activista relata como colocaron una bandera israelí al lado de donde la forzaron a sentarse y que le golpeaban cada vez que la bandera, ondeando, la tocaba. "Al cabo de un rato, me ataron las manos con bridas, muy apretadas. Un grupo de guardias se puso en fila para hacerse selfies conmigo mientras estaba sentada así", manifiesta la activista.
Cuando le devolvieron su equipaje, alguien había escrito encima la palabra 'puta', además de una bandera israelí.
Los activistas de la flotilla ya habían criticado las condiciones de su detención en Israel, donde afirmaron que se les privó de comida y agua, y denunciaron que Thunberg fue golpeada y sufrió un trato degradante. Entre otras cosas, aseguraron que estuvieron con las manos atadas a la espalda, sin que recibieran agua ni alimentos durante entre 36 y 40 horas, y que incluso trataron de beber agua del inodoro ante la falta de líquidos.