El mercado panameño de telefonía móvil suma unos 2.2 millones de usuarios, de los cuales casi un 90% son prepago, frente al casi 90% de los celulares norteamericanos, que son postpago.
Este apetecible mercado panameño, que explotaron las telefónicas Cable & Wireless y Telefónica de España durante casi 10 años, se abre ahora para dos empresas que prometen cobrar el tiempo que se habla y no redondear al minuto. Los ahorros para los usuarios pueden ser importantes, así como la mejoría en el servicio.
Se trata de disuadir las prácticas monopolistas y crear mayor competitividad. Las nuevas empresas han prometido mayor cobertura y eficiencia en el servicio; los usuarios se quejan de caída de llamadas, abuso en los cobros y poca atención.
La empresa Digicel, de capital irlandés, ofertó 86 millones y ganó uno de los segmentos subastados. Claro Panamá –del mejicano Carlos Slim- igualó la oferta de Digicel, para adjudicarse el segundo segmento.