Mujer maltratada, que quiere forjarse una vida independiente tras la agresión y, en cuatro de cada diez ocasiones, inmigrante. Este es el perfil de las usuarias que han encontrado empleo en los dos Puntos de Atención Laboral especializados habilitados en la Comunidad para ayudar a las víctimas de agresiones de género y en riesgo de exclusión social.
La consejera de Empleo y Mujer, Paloma Adrados, visitó este martes la oficina de Azca y ofreció el balance "muy positivo" alcanzado desde su puesta en marcha. "Se ha atendido a 2.007 mujeres, el 83% víctimas de violencia de género, lo que ha propiciado 2.700 acciones formativas y más de 6.100 contratos de trabajo. El balance es positivo, pero tenemos que seguir trabajando", explicó la consejera.

Así, y para ampliar la cobertura que se da a este colectivo, Adrados adelantó que la Comunidad reservará plazas en los
programas mixtos de empleo "para dar prioridad" a esas mujeres.
Entrevista personalizada y formación
Los Puntos de Atención Laboral están situados en las oficinas del INEM de Azca y la plaza de Águeda Díez. Cuentan con profesionales especializados que, a través de una entrevista personalizada, evalúan las necesidades de las mujeres, su formación y valoran la posibilidad de que creen su propia empresa.

Además, se procura que los puestos de trabajo no estén ni en su entorno habitual ni en el del agresor, a fin de facilitarles el comienzo de su nueva vida.
Según los datos de los Puntos de Atención, la mayoría de las féminas que acude ya cuenta con alguna formación, pero necesitan un reciclaje para actualizar sus conocimientos o reorientar sus habilidades. Dada la demanda de empleo en el mercado, la mayoría encuentra empleo en servicio doméstico o en hostelería.