Santiago Abascal, líder de Vox, se encamina hacia su cuarto mandato como presidente del partido, según se proclamará en la Asamblea General de este sábado en Madrid.
El partido busca cerrar filas tras recientes dimisiones y críticas hacia la cúpula, señalando la percepción de falta de democracia interna.
Abascal, quien preside Vox de manera ininterrumpida desde 2014, se presenta a esta asamblea sin oposición interna, ya que ningún otro candidato se ha postulado para las primarias.
El Comité Electoral del partido ya lo ha proclamado presidente electo al haber reunido el aval del 10% de los afiliados, evitando así la necesidad de votación por parte de las bases.
La Asamblea General, originalmente programada para marzo, fue adelantada a finales de enero por Abascal, justificando su decisión en la intención de separar las cuestiones internas de los próximos procesos electorales en Galicia, País Vasco y el Parlamento Europeo. Esta modificación ha dificultado que cualquier otro candidato pueda presentarse a las primarias debido al acortamiento de los plazos.
Garriga, en lo más alto
En esta nueva etapa, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox designará a Ignacio Garriga, actual secretario general, como la mano derecha de Abascal, manteniendo su cargo de número 2 y asumiendo la vicepresidencia única en este período.
Los anteriores vicepresidentes, Javier Ortega Smith, Jorge Buxadé y Reyes Romero, quedan relegados a vocales.
El Comité amplía su composición, pasando de 5 a 17 vocales, con la inclusión de nuevos miembros destacados, como la portavoz en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán, el secretario general del grupo parlamentario, José María Figaredo, y varios vicepresidentes territoriales, entre ellos, Juan García-Gallardo (Castilla y León), José Ángel Antelo (Murcia), Vicente Barrero (Comunidad Valenciana) y Alejandro Nolasco (Aragón).
Entre los nuevos integrantes del Comité se encuentran también Luis Gestoso, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, y Llanos Massó, presidenta de las Cortes Valencianas. También se suman Rosa Cuervas-Mons, directora de Comunicación de Presidencia y jefa de prensa del Grupo Parlamentario, Montserrat Lluis (vicesecretaria de Acción de Gobierno), y la diputada Blanca Armario. Mantienen sus cargos Pablo Sáez (tesorero), Rocío de Meer, Enrique Cabanas y María Ruiz como vocales.
Reconstruir el partido
El propósito de esta nueva cúpula es reconstruir el partido después de las turbulencias vividas en los últimos meses, especialmente tras los resultados de las elecciones generales de 23-J. A pesar de mantenerse como la tercera fuerza política con 33 escaños, Vox perdió 19 diputados en comparación con 2019, cuando alcanzó su punto máximo con 52 asientos en el Congreso. Además, la incapacidad de formar una mayoría absoluta con el PP para desplazar a Pedro Sánchez de la Moncloa ha sido un desafío adicional.
Las recientes renuncias de figuras prominentes, como Iván Espinosa de los Monteros y José Ruiz Bartolomé, han contribuido a las tensiones internas. Estos acontecimientos generaron especulaciones sobre una posible salida de Rocío Monasterio, líder de Vox en la Comunidad de Madrid y esposa de Espinosa, lo cual fue desmentido por ella misma.
Abascal, en una entrevista en COPE el viernes, expresó su confianza en Monasterio y negó la existencia de divisiones internas en Vox. Aunque las críticas internas se han manifestado en meses recientes, Abascal minimiza su importancia y atribuye las críticas a "dos o tres anónimos que quieren hacer daño".
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