La argelina Sonatrach no descarta subir el precio del gas en España: ¿represalia por el acuerdo con Marruecos?

Podríamos estar asistiendo a las primeras represalias de Argelia en respuesta al controvertido acuerdo con Marruecos para la autonomía del Sáhara Occidental.

Y es que la empresa argelina estatal Sonatrach, constituida para explotar los hidrocarburos de ese país, no descarta subir el precio del gas a España, uno de sus principales clientes. Además, deja claro que no lo hará al resto de países.

Como excusa, se basa en que van a "recalcular" el precio ante un contexto en el que anticipan "perspectivas prometedoras" hacia los clientes europeos tras el descubrimiento de nuevos yacimientos.

El presidente director de Sonatrach, Toufik Hakkar, anunció que se iba a "mantener para todos sus clientes precios relativamente correctos", pero que "no se descarta recalcular los precios con nuestros clientes españoles".

Sonatrach va a invertir unos 40.000 millones de dólares (unos 36.200 millones de euros) en 4 años para hallar y explotar más yacimientos, tanto de petróleo como de gas, y eso supondrá un cambio de precios.

En contraposición a España, que al adoptar una medida favorable a los intereses de Marruecos ha enfadado a Argelia, otros vecinos de la UE como Portugal o Italia se han encargado de mejorar sus relaciones con Argelia para encontrar facilidades y mejores condiciones en sus contratos para el gas.

Los gaseoductos

Cuando en agosto de 2021 Marruecos y Argelia rompieron relaciones por el Sáhara, el segundo país cortó en octubre el suministro a uno de los gaseoductos que suministra esta materia a Europa, para dejar de beneficiar al país vecino, que se beneficiaba del paso de este gaseoducto por su territorio. Era el gasoducto Magreb-Europa (GME), cuyo contrato Argelia rescindió.

Entonces España celebró una cumbre con Argelia, donde se garantizó el suministro a nuestor país y fijándo a los norafricanos como "socios fiables" y prioritarios en materia energética. Veremos en qué queda esta nueva crisis sobre el Sáhara en plena guerra de Ucrania y la consecuente crisis en los precios energéticos a nivel mundial