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La guerra de los símbolos definirá el alcance de la inminente crisis de gobierno en Cataluña
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(Foto: JxCat)

La guerra de los símbolos definirá el alcance de la inminente crisis de gobierno en Cataluña

martes 19 de marzo de 2019, 10:52h
El Govern de la Generalitat se prepara para cambios de calado ante la inminente salida de dos de sus importantes conselleras, pero sobre el aire sobrevuela la posibilidad de que la 'tormenta' pudiera llegar a arrastrar al mismo president Quim Torra si se le llegara a inhabilitar por negarse a retirar los lazos amarillos de los edificios públicos como le exige la Junta Electoral Central.

Las conselleras de Presidencia, Elsa Artadi, y de Cultura, Laura Borràs, saldrán del Govern para concurrir en las próximas elecciones municipales y generales, respectivamente. Sin embargo, la crisis de gobierno en la Generalitat podría incluso llegar a afectar al propio president, Quim Torra, por el conflicto con los símbolos.

La Junta Electoral Central (JEC) ha rechazado los argumentos de la Generalitat relativos al derecho a la libertad de expresión con los que recurrió la orden de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos. La JEC mantiene que se vulnera el principio de neutralidad que debe prevalecer en periodo electoral y dio a Torra un ultimátum ampliado hasta el martes para que los retirara.

La JEC contempla sanciones de entre 300 y 3.000 euros por incumplimientos de la ley electoral. No obstante, el organismo llegó a advertir a Torra de que podría llegar a incurrir en responsabilidades penales si obviaba sus obligaciones. De esta manera, abría la puerta a recurrir a la Fiscalía para determinar si se abría o no un procedimiento penal que podría conllevar la solicitud de su inhabilitación y hasta un año de cárcel.

No obstante, el conflicto podría quedar abierto ya que si bien el procedimiento administrativo ha terminado, al Govern le quedaría todavía la posibilidad de recurrir al Tribunal Supremo por la vía contencioso-administrativa en el plazo de dos meses -fecha que coincide con la recta final para las elecciones autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo-, con las elecciones generales del 28-A ya celebradas.

Al parecer, la estrategia a seguir generaría controversia en el seno del Govern puesto que ERC apostaría por la vía pragmática de no exponer a la vía judicial más que aquellos actos efectivamente relevantes para la consecución de la independencia y no arriesgar por asuntos menores.

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