España ha sustituido al embajador en EEUU que no era muy del agrado del inquilino de la Casa Blanca. Precisamente el día en que el ex ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha sido escogido para relevar al diplomático Ramón Gil-Casares en Washington han salido a la luz unos telegramas que ponen de manifiesto la dura percepción que llegaba de la administración de Donald Trump.
“Percepción de caos y ansiedad en la Casa Blanca” y una “clara preocupación ante la posibilidad de que la frágil y dividida administración Trump tenga que enfrentarse a una crisis internacional seria”, sostienen los informes diplomáticos de Gil-Casares durante el primer mes de presidencia del magnate estadounidense.
La revista Tiempo publica esta semana en exclusiva los mensajes del ya ex embajador en EEUU en los que se narra la “pugna entre el establishment de Washington contra los insurgentes de la Casa Blanca para que estos no destruyan el orden internacional liberal”.
Asimismo, los telegramas enviados a Madrid por embajador Ramón Gil-Casares relacionan al principal asesor de Trump, Steve Bannon, con la ultraderecha germana y la formación euroescéptica Alternativa para Alemania. De hecho, se afirma literalmente: “La embajada alemana no oculta la posibilidad de que el consejero Bannon tenga vínculos con AfD”.
Sobre la reciente dimisión del consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn, los cables hablan de que “la conexión rusa podría ser la larga sombra que lo cubre todo”.
Los cables diplomáticos han causado un gran revuelo en la carrera diplomática este viernes coincidiendo con la decisión del Gobierno de nombrar al ex ministro de Defensa, Pedro Morenés, como nuevo embajador en Washington, un embajador a priori mucho más afín por su declarado posicionamiento a favor de incrementar el gasto militar como ha reclamado en varias ocasiones Donald Trump.
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