El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha resumido en un comunicado de 6 líneas la reunión mantenida por el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, con el Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Una conclusión breve en la misma línea de las que el actual Departamento del Gobierno de Trump ha sacado después de reuniones recientes con representantes de otros países como Argentina, por ejemplo.
En ese texto, la Administración Trump subraya que han sostenido una "conversación franca relativa al comercio entre ambos países" en la que Bessent ha solicitado a Cuerpo que España suba su gasto en Defensa y ha reiterado la oposición de Estados Unidos a los impuestos a servicios digitales que nuestro país, junto con otros, siguen teniendo en vigor.
En la nota del Departamento del Tesoro no existen referencias explícitas a los aranceles o a la tensión creciente con China, país con el que España ha mantenido una relación fluida desde hace poco. Después de la reunión, el ministro Cuerpo ha alabado el carácter positivo de la misma y la voluntad de acuerdo entre las dos partes para moverse hacia acuerdos comerciales.
Lejanía entre Washington y Madrid
La falta de detalles por parte del Departamento del Tesoro y el tono de la nota no ofrecen un fuerte contraste con la comunicación habitual de esta rama del Gobierno de Trump, pero deja claro que la relación entre Washington y Madrid no es una de las prioridades actuales del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Sin ir más lejos, el Secretario de Estado Marco Rubio puso casi para en último lugar de sus conversaciones con representantes europeos al ministro de Exteriores José Manuel Albares.
Es reseñable que, mientras Cuerpo hablaba con el representante del Tesoro, el Secretario de Estado estaba discutiendo de nuevo por teléfono con el ministro de Exteriores de Hungría, gobierno de corte ultraconservador con el que Trump sí que tiene una excelente relación. De hecho, Rubio le anunció a su homólogo húngaro que Trump había decidido levantar las sanciones al jefe de gabinete del primer ministro magiar Viktor Orbán.
Aun así, Trump no ha lanzado ataques verbales directos contra España como sí que ha realizado contra otros países. Existen algunas claves que pueden explicar esta diplomacia fría, pero sin insultos. Las bases militares de Estados Unidos en suelo español continúan siendo importantes para operaciones en Oriente Medio y África y, aunque la sintonía entre España y China ha sido vista con malos ojos desde Washington, España puede ser un intermediario en la tensión existente entre Trump y Xi Jinping.