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Adiós a la campaña del 26-M: así llegan los principales partidos a la cita con las urnas

viernes 24 de mayo de 2019, 16:53h
Termina la campaña electoral de cara a las elecciones municipales, autonómicas y europeas, y como ocurrió ante la cita con las generales del 28-A, el conflicto catalán ha sido el protagonista de una contienda entre (e intra) bloques.
Adiós a la campaña del 26-M: así llegan los principales partidos a la cita con las urnas
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El PSOE, en un momento 'dulce' en las encuestas, reivindica la victoria en las generales con la idea de 'rematar' la faena el 26-M, mientras que Unidas Podemos ha tenido un papel 'secundario' en esta campaña, al estar centrados en la composición del futuro Gobierno. El PP no termina de levantar cabeza tras el batacazo del 28-A y es que en esta campaña ha optado por pasar al ataque contra sus potenciales socios, especialmente contra Ciudadanos, que amenaza con el temido 'sorpasso'. La extrema derecha, más allá de las polémicas, también ha pasado más desapercibida en esta contienda, ya que tampoco cumplió sus expectativas el 28-A.

El eje izquierda-derecha y el conflicto catalán han sido los grandes protagonistas de la campaña electoral del 26-M. A pesar de que el bloque de la derecha disputa su propia lucha por el liderazgo de la oposición, entre PP y Cs, sus voces han vuelto a unirse para sacudir al PSOE con el mismo argumento: los supuestos pactos con los independentistas.

Pablo Casado y Albert Rivera han vuelto a acusar a Pedro Sánchez de "ser cómplice de los golpistas", y en este caso, les ha bastado el saludo en el Congreso entre el presidente del Gobierno en funciones y el líder de ERC, Oriol Junqueras para justificar sus ataques. 'Populares' y 'naranjas' han proclamado durante toda la campaña que Sánchez ya tiene su Gobierno atado con Unidas Podemos y ERC. A pesar de que los diputados presos hayan sido suspendidos y aunque Sánchez no necesite los apoyos de los independentistas para ser investido, las formaciones de la derecha siguen usando el conflicto territorial como arma.

Pedro Sánchez, consciente del 'dulce' momento del PSOE, se presenta como el dique de contención a las "tres siglas de la derecha", volviendo a presentar estas elecciones como una batalla entre 'la Reconquista' y el 'No pasarán'. El líder socialista ha insistido en la necesidad de ganar también en las municipales y autonómicas, alegando que solo con un mapa 'rojo' será posible aplicar un programa de gobierno progresista.

Unidas Podemos ha jugado un papel secundario en esta campaña, en la que sus dirigentes han estado más pendientes del posible acuerdo de gobierno con el PSOE, así como la composición de ese Ejecutivo, en el que Pablo Iglesias da por hecho que entrará. Al igual que hicieron de cara al 28-A, los 'morados' han optado por presentarse como una opción moderada que "solo quiere que se cumpla la Constitución" y han rehusado pasar al ataque contra los socialistas, sabiendo que están destinados a entenderse si quieren ser alternativa a las derechas.

Más allá de las polémicas relacionadas con sus declaraciones, Vox apenas ha conseguido protagonismo en esta campaña, ya que el 'fantasma' que sobrevoló la cita con las elecciones generales ha desaparecido. La extrema derecha logró representación parlamentaria, pero sus resultados no fueron los esperados ni los previstos por los sondeos, que llegaron a otorgar hasta 60 escaños a la formación de Santiago Abascal. Tampoco han sido especialmente beligerantes en esta campaña con 'populares' y 'naranjas', en contraste con lo ocurrido antes del 28-A, cuando se presentaban como alternativa a la 'derechita cobarde'.

Según los sondeos, el PSOE logrará teñir de rojo el mapa de España y también será el vencedor en las elecciones europeas. En el caso de las municipales y autonómicas, las encuestas apuntan a que el bloque de la izquierda se impone frente a las derechas, debido en gran parte al hundimiento del PP. Lo que está claro en cualquier caso, es que la etapa de los gobiernos monocolor y las mayorías absolutas, salvo excepciones, es cosa del pasado. En esta triple cita electoral del domingo, el porcentaje de indecisos y la temida abstención jugarán un papel clave.

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