La Fiscalía Provincial de Valencia se ha hecho eco de la muerte de Emma, la pequeña de 12 años que falleció por una peritonitis tras acudir hasta 3 veces a urgencias.
El ente público ha abierto diligencias y ha comenzado una investigación por lo ocurrido. La apertura de investigación se ha iniciado gracias a la denuncia de una asociación de defensa de pacientes, según informa RTVE, aunque los padres también pueden denunciar los hechos si así lo desean sin que esto les suponga algún perjuicio.
Desde la Consellería de Sanidad de la región han precisado que van a colaborar en todo con la Fiscalía ya que consideran que la muerte de Emma "era evitable".
Así se ha pronunciado el conseller, Miguel Mínguez, en declaraciones a RTVE.
Los padres preparan también una querella
El abogado de los padres de la niña fallecida ha explicado que están preparando una querella que se presentará en los próximos días.
Para ello están reuniendo todos los informes de los centros donde acudió la niña y no se le diagnosticó apendicitis. Además de reunir todos los documentos médicos que acrediten la presunta negligencia, la familia también se ha reunido con la Consellería de Sanidad, que está dispuesta a colaborar en todo.
Según han explicado a los medios los padres de Emma, la niña comenzó con fuertes dolores abdominales y vómitos y en su primera visita a urgencias (centro sanitario de Viver) les indicaron que se debía a problemas ováricos o a un virus.
A los pocos días volvieron ya que la niña había perdido 4 kilos y seguía con dolor, diarreas y vómitos. Les mandaron para casa de nuevo insistiendo en que se trataba de un virus. Pese a que la madre advirtió a los médicos de antecedentes de apendicitis, no le hicieron ninguna prueba.
Al no mejorar y apenas poder caminar erguida, le llevaron al Hospital de Sagunto y de nuevo descartaron el apendicitis sin pruebas, tan solo con un análisis de orina que salió bien. Les mandaron otra vez a casa y ya la última visita a urgencias fue la última.
El día 5 de febrero la pequeña perdió el conocimiento y al llevarla a urgencias les remitieron directamente al Hospital Clínico de Valencia para operarle de urgencia por una peritonitis, pero no llegó a quirófano.
Desde el día 29 de enero hasta la fatídica madrugada del 6 de febrero, ninguno de los médicos que había visto a la niña en urgencias le detectó apendicitis, que acabó complicándose hasta transformarse en una "peritonitis purulenta" letal.
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