Según ha revelado RTVE, el Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, va a iniciar hoy un expediente sancionador contra Falange Española (FE).
El motivo es investigar "posibles responsabilidades" por el incumplimiento de la Ley de Memoria Democrática durante la manifestación celebrada en Madrid en la noche del 19 de noviembre, víspera del 20-N.
Además, también se investigará lo ocurrido durante el acto de homenaje a su fundador, José Antonio Primo de Rivera, en los alrededores del Valle de los Caídos el mismo día 20.
La Ley de Memoria Democrática, ya en vigor por entonces, impide este tipo de exaltaciones del régimen o del golpe de Estado de 1936.
Además, los responsables podrían ser sancionados con las mayores consideraciones, con multas que van de 10.001 a 150.000 euros.
La más grave sería la segunda, el homenaje a Primo de Rivera, que se podría considerar "infracción muy grave" según contempla el artículo 62.1.e) de la normativa.
Qué dice la ley
La ley vigente establece que las convocatorias de "actos, campañas de divulgación o publicidad que por cualquier medio de comunicación pública, en forma escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes, inciten a la exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, cuando entrañe descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares".
También se está valorando sancionar a otros locales y organizaciones implicados en los actos del 20-N. Todos estos actos contaron con la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid.
La Ley de Memoria Democrática entró en vigor el 20 de octubre y establece varios supuestos que ya no están permitidos, después de décadas normalizados en estas fechas.
Además, se estableció el cambio de nombre para el Valle de los Caídos, que recupera su denominación original, Valle de Cuelgamuros. Además, se aprobó la reubicación de los restos de Primo de Rivera y de Gonzalo Queipo de Llano, en este último caso en la Basílica de la Macarena de Sevilla. Finalmente sus restos mortales salieron de ese centro de culto el 3 de noviembre.
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