Los anuncios fiscales de Madrid, Andalucía y Murcia, lideradas por el PP, han obligado al Gobierno a entrar también en la 'batalla fiscal' que se ha abierto de cara al año electoral de 2023.
Hasta la fecha la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso encabezaba la cruzada de la bajada de impuestos, pero Juan Manuel Moreno Bonilla y Fernando López Miras , presidentes de Andalucía y Murcia, han seguido la línea de Ayuso y han anunciado importantes rebajas fiscales.
Moreno ha anunciado la eliminación del Impuesto de Patrimonio y López Miras reducirá el tramo autonómico del IRPF. Unas rebajas fiscales de calado, especialmente la de Andalucía.
Ante esto el Gobierno ha movido ficha y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha planteado reducir el margen de las comunidades autónomas para suprimir determinados impuestos sobre los que tienen competencias. Una limitación, ha asegurado, para evitar el "dumping fiscal" o la competencia desleal entre comunidades.
Insiste en que no es centralizar impuestos, sino "armonizar"
Montero ha defendido que la idea planteada no implica centralizar los impuestos, sino "armonizar" la tributación.
Ha subrayado que esta armonización pasa por "el margen que tienen" las comunidades y encontrar "una horquilla lógica" para lograr que la competencia fiscal entre los territorios "sea baja".
Ante los medios de comunicación en el Congreso se ha desentendido de las palabras del ministro Escrivá que sí que habló de centralización de impuestos, pero la ministra de Hacienda ha insistido en que el Ejecutivo no desea centralizar nada y que las palabras del ministro de Seguridad Social responden a una "opinión personal".
Ha defendido la "armonización" y ha incidido en que es bien diferente de una "centralización".
Gravar a las grandes fortunas a partir de 2023
La ministra ha dejado también la puerta abierta a ejecutar más impuestos a las grandes fortunas destacando que "hay que pedir una mayor aportación a aquellos que más tienen".
Ha insistido en que es necesario, especialmente en tiempos de crisis, que las grandes fortunas o los que más tienen hagan un esfuerzo extra. Ha adelantado que el Gobierno está explorando fórmulas y trabajando para identificar la mejor solución.
Aunque no ha matizado muchos detalles, la ministra ha indicado que el nuevo impuesto a los más ricos en el que están trabajando entraría en vigor ya en 2023.
Ha dejado claro también que, al igual que con el reciente gravamen aprobado para las energéticas y la banca, este nuevo impuesto "sería temporal".
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