El Gobierno llega dividido a la votación de la reforma del 'sólo sí es sí' un día antes del 8-M

7-M... y división por el enfoque feminista en la reforma de la ley conocida como del 'sólo sí es sí' a un día del 8 de marzo. Este martes por la tarde se vota en el Congreso un cambio "técnico" en la norma que aprobó el ala morada del Gobierno, todo un desafío del ala socialista a sus socios para evitar más revisiones de penas en masa a delincuentes sexuales.

PSOE y Unidas Podemos han chocado al máximo y ni han negociado en las últimas horas por llegar a un acuerdo en esta reforma mínima de la Ley de garantía integral de la libertad sexual, que pretende evitar que los tribunales sigan interpretando a la baja las peticiones de revisión que hacen los condenados por abusos y agresiones sexuales del pasado, ahora delitos equiparados en la nueva normativa.

El Poder Judicial reconoció más de 700 rebajas de condenas a estos agresores sexuales y más de 70 excarcelaciones, algo que ha hecho mucho daño a la imagen del Gobierno a pocos meses de las elecciones autonómicas y municipales, y no tan lejos de las generales que se esperan para finales de este año.

Reforma técnica

El PSOE no dudó en lanzarse a una reforma técnica para evitar la sangría de rebajas de condenas que tanto estaba aprovechando la oposición y los medios críticos, pero Unidas Podemos se ha mantenido firme porque considera que la reforma propuesta, aunque mínima y que se basaba en eso que se conoce como 'buena fe', suponía de facto acabar con el espíritu central de la ley.

En concreto, los morados piensan que si el consentimiento dejaba de ser el eje sobre el que giraba la norma, se daba al traste con la lucha feminista, repitiendo incansablemente que implicaba regresar "al Código Penal de la Manada". Una referencia a la ley vigente cuando ocurrió la violación en grupo a la joven en los Sanfermines de 2016, que obligó a la víctima a tener que demostrar que no había consentido una especie de orgía sexual en lugar de haber sido forzada por el grupo de hombres.

El PP aprovecha la jugada

Y claro, mientras tanto la oposición ha aprovechado la polémica división en el seno del gobierno de coalición para sacar rédito y expresar una especie de caos en el Ejecutivo. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por ejemplo, cargaba contra esa división por la reforma del 'solo sí es sí' en plena semana del 8 de marzo feminista.

Denunciaba que el Gobierno se "peleara" estos días sin aportar "algo positivo a las mujeres" porque "se lo merecen". El PP se frota las manos con la foto que espera conseguir esta tarde: el PSOE votando a su lado por una reforma que para ellos retrata a los socialistas apartándose de los morados y acercándose al viejo consenso del bipartidismo en grandes cuestiones de Estado, como es el caso ahora de este cambio técnico en el ámbito penal.

Podemos lo tiene claro: el PSOE votará junto a la "derecha y la ultraderecha", llevará a cabo un "retroceso" en los derechos de las mujeres y supondrá "una traición al movimiento feminista". Así de contundente fue el lunes la dirigente morada Alejandra Jacinto.

Mientras tanto, el PSOE insistía en quitarle peso a esta separación de criterios defendiendo su argumentario de las últimas semanas: la ley es "muy buena" y era "necesaria", pero toca hacer un retoque "técnico" que defienden que es "mínimo" y que no termina con el criterio del consentimiento para determinar que una víctima ha sido agredida sexualmente.