El juez Llarena, instructor del 'procés', carga en un acto público contra la ley de amnistía

El juez Pablo Llarena, que instruyó desde 2017 el caso del procés soberanista catalán, se ha pronunciando en un acto público contra la ley de amnistía que quiere aprobar en el Congreso el Gobierno y sus socios parlamentarios.

En una gala en la que recibía un premio del Colegio de Procuradores, Llarena no se cortó a la hora de pronunciarse sobre este asunto de actualidad y criticó la iniciativa legislativa que se va a debatir en los próximos meses entre una gran polémica nacional e incluso fuera de nuestras fronteras al llevar el PP el asunto al Europarlamento.

Llarena mantiene en estos momentos órdenes de busca y captura contra Carles Puigdemont y otros líderes independentistas, pero no ha tenido problemas en criticar en público la ley de amnistía, aunque le pueda suponer nuevas peticiones de recusación por parte de los inculpados.

El juez, en su discurso, explicó que "cuando se desactiva la aplicación de la ley para algunos mientras se entone la prisión para los demás ciudadanos que realizan las mismas conductas, la sociedad queda presentada en la duda y el privilegio".

Justicia y democracia

Tal y como recoge la 'SER', el magistrado del Tribunal Supremo añadió que "del mismo modo que una sociedad democrática no puede asumir que sus miembros no sean iguales ante la ley, el sistema de Justicia penal no puede asumir que un ciudadano pierda su libertad en supuestos en los que otros no merecieron sanción por el mismo comportamiento".

Llarena también destacó que "el ordenamiento jurídico es único y es igual para todos. El ordenamiento jurídico de un país vale lo que valen sus jueces".

En todo caso, supone conocer sus intenciones de cara a los próximos pronunciamientos que tiene que hacer para sus autos judiciales cuando puede que entre en vigor la amnistía. Llarena, en ese caso, tendrá que pronunciarse sobre los imputados que tendría que dejar de inculpar, tales como Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín, todos ellos huidos fuera de España.

Además, se abre la puerta a que éstos puedan ahora recusarle y tratar de apartarle del procedimiento por su posicionamiento ideológico que acaba de hacer público fuera de su labor judicial.

En todo caso, no es la primera vez que el juez Llarena se moja en este tema: en septiembre, en la Universidad de Burgos, también criticó la amnistía cuando aún no estaba sobre la mesa.

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