Lesmes ya es historia pero el Poder Judicial no tiene fácil escoger a su sustituto temporal

Ya dimitió Carlos Lesmes como presidente del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) pero no está solucionado el futuro para el órgano de gobierno de los jueces.

Tras cumplir su amenaza por no renovarse el Poder Judicial ni el Tribunal Constitucional, ahora se debe proceder a un sustituto interino hasta que los partidos políticos ponga fin la bloqueo de la elección de los nuevos vocales del CGPJ.

Las quinielas apuntan a Francisco Marín Castán, que actualmente preside la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo y vicepresidente del mismo. Ahora mismo es el magistrado colocado en mejor lugar y el que ha designado el Gabinete Técnico del Alto Tribunal para el cargo. Hay que recordar que en la Constitución figura que el presidente del CGPJ es a la vez presidente del Tribunal Supremo.

Marín es el sustituto natural y el magistrado de sala más antiguo, además del favorito de Lesmes. Sería lo más lógico porque hay que recordar que el CGPJ no puede hacer un votación para hacer nombramiento de su presidente, sino que debe decidirse desde las Cortes. Es precisamente el cambio que pretenden los jueces y que exige el PP para llegar a un acuerdo con el PSOE que desbloquee la situación.

Rafael Mozo, otro candidato

Pero según relata la 'Cadena SER', el relevo natural no será por ello fácil. Un sector importante de los vocales del CGPJ rechaza a Marín y prefiere a Rafael Mozo, el vocal de más edad.

Mozo sería el candidato del sector progresista tanto de los jueces como del sector político, apoyado por el PSOE. Además, estos vocales pretenden que Mozo lograse tener muchas atribuciones como presidente interino, casi con las mismas potestades que tenía Lesmes.

Al parecer este jueves habrá una reunión del Pleno del CGPJ y se debatirá la sucesión. Mozo lo presidirá en calidad de vocal de más edad, pero parece que no cuenta con mayoría suficiente como para permanecer en ese puesto de manera interina hasta que se renueve el órgano.

Lesmes ha dejado un CGPJ lleno de problemas, con muchos nombramientos y relevos que hacer en distintas salas del Supremo y con 4 años de mandato caducado.

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