La todavía presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, se ha despedido este jueves del cargo pidiendo a los diputados "predisposición al diálogo" y "grandeza" en la etapa que se abre con la constitución de la Cámara renovada en las elecciones generales del 23 de julio.
La socialista ha destacado en una breve intervención al finalizar la última reunión de la Diputación Permanente que no es momento "de reproches", aunque sí de "reflexión", y ha agradecido a todos los diputados salientes su labor, deseándoles "lo mejor en su futura vida profesional".
"A los que se quedan les deseo capacidad de trabajo, predisposición al acuerdo y grandeza. Sobre todo, grandeza. De nosotros depende la calidad de la política en nuestro país, en España", ha dicho después.
Como presidenta de la Diputación Permanente del Congreso, Batet ha dirigido este miércoles la breve reunión en la que se ha aprobado por asentimiento el informe de dación de cuentas del órgano parlamentario que se ha mantenido activo desde la disolución de las Cortes.
"Me quedo con las personas que he conocido"
Batet, que hace una semana confirmó que no iba a optar a la reelección como presidenta del Congreso, ha señalado que la legislatura ha sido especialmente difícil por tener que ejercer sus funciones durante una pandemia.
Ha prometido, sin embargo, olvidar pronto los malos momentos que ha tenido, "que de todo ha habido" y llevarse consigo los episodios "de buen parlamentarismo" que ha presenciado desde la Presidencia en el Pleno, en la Mesa o en la Junta de Portavoces.
"Me quedo, sobre todo, con las personas que he conocido a lo largo del camino. Que a veces se desborden las pasiones en el debate político no debería afectar al respeto entre nosotros y a nuestros afectos personales. Al fin y al cabo, somos compañeros", ha concluido.
Si (
No(
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