Montero admite "fuertes discrepancias" con el PSOE sobre cambiar la ley del 'solo sí es sí'

Unidas Podemos y el PSOE siguen negociando sobre las modificaciones en la ley del 'solo sí es sí' para evitar que sigan las reducciones de condena.

Una negociación que se antoja complicada ya que según ha confirmado la propia ministra de Igualdad Irene Montero, existen "fuertes discrepancias" entre las 2 facciones del Gobierno de coalición.

🔴 ENTREVISTA | @IreneMontero, ministra de @IgualdadGob, sobre la ley del 'solo sí es sí'

🗣️ "Tenemos discrepancias en cómo reformar y si podemos mantener el consentimiento como eje [...] Si las diferencias se trasladan al Parlamento yo seguiré peleando"https://t.co/BoUUNPrTIJ pic.twitter.com/wHrjqkvuBR

— Las Mañanas de RNE (@LasMananas_rne) February 3, 2023

En una entrevista en Radio Nacional de España, Montero ha precisado que el esquema de penas que proponen desde el ala socialista está "basado en la violencia y la intimidación", algo que los morados no aceptan ya que insisten en que el eje de la ley siga siendo el consentimiento.

Ha reconocido también que sería posible que el PSOE sacase su reforma sin los apoyos de Podemos en el Congreso si logran que partidos como el PP les apoyen en este asunto que ha generado tanta alarma social.

Pero aunque es consciente de ello, la ministra ha prometido "dejarse la piel" para evitar un pacto con el PP.

Descarta dimitir si no llega el acuerdo

Montero ha insistido en que el acuerdo con el PSOE es posible y por ello no se ha dado un límite de tiempo para conseguirlo y las negociaciones prosiguen.

Pero en el caso en el que no llegase a un acuerdo y el PSOE decidiese sacar en solitario una reforma, ha rechazado dimitir o romper la coalición.

"Mi obligación es estar ahí y proteger el mayor avance feminista", ha subrayado.

Ha remarcado que todo el Gobierno está trabajando para acercar posturas "las horas necesarias" y ha recordado que han tenido discrepancias mayores dentro de la coalición "y se han resuelto",por lo que confía en llegar a un punto de encuentro.

Pese a que sigue defendiendo la ley, ha puntualizado que se ha abierto a modificarla por cuestiones políticas: “A petición del presidente y del PSOE, estamos dispuestas a hacer lo que sea necesario, menos tocar la definición del tipo básico, la de la agresión sexual”.

Ha considerado que el deber del Gobierno es responder de forma contundente y unitaria a la "presión" de la derecha y eso pasa por no eliminar el consentimiento como eje principal o cambiar las tipologías de agresión sexual para volver a las diferencias anteriores.

"Todos coincidimos en que si, además de agredirte sexualmente se hace con violencia, se tiene que agravar la pena", ha remarcado, insistiendo en que no por ello hay que considerar la agresión sexual en un tipo diferente de delito, pues lo que caracteriza el delito es la falta de consentimiento, no el clima en el que se produce.