El escándalo de Paco Salazar ha vuelto a colocar al PSOE en el candelero, especialmente a Pedro Sánchez, pues hasta hace poco era un hombre de su máxima confianza. De hecho iba a haber sido designado por el presidente adjunto a la secretaría de Organización del PSOE, pero las acusaciones de acoso sexual le obligaron a no aceptar el cargo.
Esto ocurrió en julio, pero la crisis ha ido creciendo ante la inacción o tardanza del partido. Varias mujeres han denunciado acoso sexual y comportamientos inadecuados, pero la formación no dio respuesta más allá de que se estaba investigando.
Ahora, Pedro Sánchez ha asumido "en primera persona" la mala gestión de estas denuncias, un error "no premeditado". Así se ha pronunciado ante los periodistas en unas conversaciones informales durante los actos del Día de la Constitución.
Recalca el protocolo
El líder socialista ha enfatizado que el partido puso en marcha el protocolo antiacoso en cuando hubo denuncias y ha asegurado que la formación siempre apoyará a las denunciantes.
Pero los tiempos se han dilatado y no se han producido acciones concretas contra Salazar más allá de la apertura de un expediente. "Es un error que asumimos todos, yo el primero", ha asegurado.

Error en los tiempos
Sánchez ha manifestado que se ha producido un "error en la velocidad" que, insiste, todos lamentan, pero ha asegurado que la investigación culminará y que todavía están dentro de los plazos marcados por el protocolo para este tipo de situaciones.
También ha enfatizado que ni él ni la formación han querido encubrir a Salazar. "En 2018 se activó el protocolo en Moncloa y no había ninguna denuncia. No hay voluntad de encubrir" ha puntualizado. Recriminando en este sentido las críticas del PP, pues ha señalado que no "admite lecciones de un partido que no hace ni la mitad".
Para el presidente el fallo en los tiempos tiene que ver con la falta de personal, pero ha remarcado que no resta gravedad a este caso.
"Lo que han faltado son más recursos para agilizar tiempos", ha aseverado.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha admitido los malos tiempos del partido en este caso y ha reconocido que se ha gestionado "mal" y que "no se puede tardar tanto" en resolver un expediente.
El protocolo socialista para estos casos marca un plazo de 6 meses para su resolución. Y además de Salazar, en Torremolinos ha saltado otro caso similar, pues una militante ha tenido que denunciar ante la Fiscalía después de hacerlo en el partido hasta en 2 ocasiones sin obtener respuesta.