España está viviendo un verano negro por ahogamientos. Según los datos de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo (FESS), más de 200 personas han muerto ahogadas desde mayo.
Playas, ríos, pantanos, piscinas...cualquier zona conlleva riesgo y este 2025 el verano está dejando cifras de récord.
Con las cifras de julio, se ha confirmado el trimestre más mortífero desde hace una década con 209 muertos por ahogamiento en España.

Andalucía, la comunidad con más ahogados
Los datos de la FESS detallan que durante el mes de julio han fallecido 92 personas, en junio 73 y en mayo 44. Este mes de julio es el cuarto mes con más muertos por ahogamiento desde que se tienen registros, según las estadísticas del organismo.
Un trimestre negro que recuerda el peligro que conlleva bañarse en la naturaleza, aunque las piscinas no están exentas de riesgo y en estas instalaciones han fallecido un total de 34 personas en lo que va de año.
Por comunidades, Andalucía encabeza la lista con 52 ahogamientos en lo que va de año, seguida por la Comunidad Valenciana y Canarias con 39 víctimas mortales. Desde enero, en España han muerto 303 personas ahogadas, aunque el grueso se concentra siempre en verano, que aglutina el 80% de los ahogamientos.

Llamada a la prudencia
Ya sea en el mar, en el pantano o en una piscina, los ahogamientos suelen producirse en pocos segundos y en silencio.
La mayoría de veces la víctima no tiene tiempo de pedir ayuda por diversas razones. Ni gritos, ni brazos en movimiento...En general la persona que se está ahogando intenta sacar la cabeza para respirar y no es capaz de pedir ayuda.
Los socorristas son fundamentales a la hora de prevenir situaciones de peligro y rescatar a los que lo necesiten, pero no operan las 24 horas e incluso hay zonas acuáticas donde no hay.
El perfil general del ahogado en España es un hombre de unos 55 años en adelante en una playa sin vigilancia. La proporción con las mujeres es de 70/30.
En cuanto a los niños, se suelen dar más casos de ahogamientos en piscinas particulares en descuidos de los progenitores, especialmente durante la sobremesa. Y según las estadísticas, los adolescentes se ahogan más en entornos naturales como playas, pantanos o ríos.
Es importante hacer caso de las banderas en el caso de las playas y evitar el baño cuando haya bandera roja y se extremen las precauciones cuando haya amarilla.
Pero incluso en circunstancias favorables, el riesgo siempre está, por lo que se recomienda no alejarse en exceso de la orilla, avisar siempre que uno vaya al agua y en caso de emergencia, intentar mantener la calma y mover los brazos para avisar del problema.
Y por supuesto evitar situaciones de riesgo como bañarse bajo los efectos del alcohol o las drogas o ponerse a nadar después de comidas copiosas.