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Sánchez justifica el relevo en el CNI: "Es evidente que ha habido un fallo de seguridad"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso (Foto: Congreso de los Diputados)
miércoles 11 de mayo de 2022, 09:37h

Este miércoles era fundamental conocer la postura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control parlamentaria tras el escándalo del espionaje y el relevo al frente del CNI.

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, exigió explicaciones por la destitución de Paz Esteban como directora de los servicios de espionaje. Gamarra acusó al Gobierno de "deteriorar" las "instituciones del Estado" para beneficiarse del apoyo parlamentario de sus socios parlamentarios.

Sánchez evitó hablar de destitución como pago a los independentistas por su apoyo y se centró en exponer el asunto en el contexto de motivos de seguridad del Estado.

"Es evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno de España", admitió el presidente.

Por otra parte, se escudó frente al PP en las acciones de su gobierno frente a la situación que heredó del anterior Ejecutivo: "Nos encontramos un país donde en Cataluña se había aprobado una declaración de independencia, un Gobierno condenado por corrupción y ministros que destruían a martillazos pruebas".

"Los mangantes ya no están en el Gobierno", aseveró, para tapar con polémica las acusaciones de su adversaria. "La situación hoy no es perfecta, pero reconozcamos que hoy se cumple la Constitución en todo el territorio español, que los mangantes no están en el Gobierno como sí ocurría cuando ustedes lo estaban y que España hoy defiende sus intereses en la Unión Europea, se hace valer y tiene influencia", insistió.

Turno de Ciudadanos

También fue muy hostil contra Sánchez el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, sobre este asunto, reprochándole que se finalizara con la carrera de Esteban tras 40 años de servicios al país y que por motivos de interés político, filtrara la intrusión a su móvil y a la ministra Margarita Robles. Apuntó que eran asuntos de seguridad que perjudicaban la imagen de España.

El líder socialista insistió en los motivos de seguridad y terminó afeando a Bal que le reprochara haber revelado esta intrusión, ya que como abogado del Estado que es, no entiende que le pida "encubrir un delito". "Este gobierno no hace eso, fue uno anterior", le explicó.

Esta acusación al PP le hizo ser fuertemente ovacionado por la bancada socialista, que se volcó con el presidente.

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