Sánchez planifica un gobierno más político que técnico, con reducción de carteras y varias sorpresas

Una vez investido presidente, a Pedro Sánchez sólo le quedan 2 trámites antes de empezar a trabajar a fondo: prometer el cargo ante el rey, Felipe VI, y nombrar a su gabinete.

Ahí es donde comienza el tema más complejo, puesto que no sólo tiene que contentar a su partido y decidir a los ministros atendiendo a su criterio, sino también conceder puestos a sus socios de Sumar.

Sin embargo, han ido trascendiendo ya algunos temas que serán fundamentales a la hora de configurar a su próximo gobierno.

• Reducción de carteras

Una de las mayores críticas que se realizó al presidente en estos años es haber configurado un gobierno de hasta 22 ministerios, con carteras de competencias confusas y algo absurdas, sólo para repartir puestos entre PSOE y Unidas Podemos y contentar a todos. Por ejemplo, llegó a separar Trabajo y Seguridad Social, Sanidad y Consumo, así como Educación y Universidades. O crear departamentos de pocas competencias como Derechos Sociales. En teoría, Sánchez intentará condensar su gabinete en una cifra que girará en torno a los 15 ministerios.

• Carácter más político que técnico

Se acabó lo de nombrar ministros a astronautas o escritores-presentadores de televisión. Sánchez se reforzará de cara a unos años muy difíciles con miembros de su partido y perfiles muy políticos, capaces de hacer frente a la oposición y sus ofensivas dialécticas. No serán, por tanto, tan expertos en la materia como sí expertos en hacer política frentista. Suenan nombres como Óscar López -su actual jefe de gabinete en Moncloa- o los ex presidentes autonómicos socialistas Ximo Puig y Guillermo Fernández-Vara, que se quedaron sin el poder en las elecciones autonómicas.

• El asunto económico

Hoy en día, como desde hace décadas, el apartado más importante en todo gobierno es el económico. Sánchez no tenía dudas en Nadia Calviño, que la considera un gran baluarte, pese a ser independiente y no parte del PSOE. Pero cuando la cosas estaban feas para él y su gobierno la expuso como candidata para presidir el Banco Europeo de Inversiones y ahora es firme aspirante a lograr el puesto. A Calviño le apetece el puesto, pero también seguir en el Gobierno, y ahora parece que todos quieren recular. El núcleo duro al que escucha el líder socialista le aconsejan mantenerla en el puesto actual aunque termine yéndose a Europa en enero de 2024, pese a que eso suponga tener que acometer pronto una crisis de gobierno en una parcela tan delicada e importante, para dar continuidad al proyecto.

• Cesiones a Sumar

Parece en las últimas horas que habrá algunas sorpresas a la ahora de hacer concesiones a Sumar. Ya no está al frente Unidas Podemos, la coalición que comandaban en 2019 los morados con Pablo Iglesias, con todas las tensiones que eso suponía. Sánchez fue muy delicado, casi un cirujano, a la hora de nombrar a sus ministros y repartir carteras y competencias. Ahora se fía más de sus socios con Yolanda Díaz al frente y parece que les dará el gran dulce que supone Cultura. Sin embargo, parece que recuperará las competencias de Deportes para Presidencia, como al comienzo de su mandato. Sumar podría mantener Trabajo, conseguir Sanidad, y reclaman un nuevo ministerio sobre Juventud. No se descarta que consigan la cartera de Educación, otro caramelito. A cambio, el PSOE recuperaría Igualdad, materia de la que quieren hacer bandera y que tuvieron que ceder a Irene Montero en la anterior legislatura.

• Nombres particulares

En cuanto a nombres, ya hay algunos fijos. María Jesús Montero, número 2 actual del PSOE, seguiría en Hacienda. Calviño, si no hay cambio de guión, en Economía. Teresa Ribera, de máxima confianza del presidente, en Transición Ecológica. Félix Bolaños podría mejorar en competencias y se desconoce en qué ministerio terminará. Parece que Fernando Grande-Marlaska dejará el siempre difícil cargo de Interior, a tenor del mensaje de alabaza que le hizo Sánchez en el debate de investidura, que sonó a despedida y homenaje. Luis Planas gusta para continuar al frente de Agricultura, Pesca y Alimentación por sus buenas relaciones con el sector. Margarita Robles fue en sus últimos años una ministra de máxima confianza, pero ha habido distanciamiento en estos tiempos tan turbulentos políticamente hablando. Se duda de su continuidad.

• Los ministros de Sumar

En el ala de Sumar, suenan Mónica García (Más Madrid) para Sanidad y Sira Rego (IU) para Juventud o una cartera que se le conceda. Yolanda Díaz parece que seguiría en Trabajo. Se especula con un cuarto ministerio para los 'rosas', a no ser que haya sorpresa y Sánchez les conceda el gesto de una quinta cartera, como tenían hasta ahora con Unidas Podemos. Suenan Ernest Urtasun, Pablo Bustinduy o Nacho Álvarez. Se da la circunstancia de que Álvarez, que lleva meses muy cercano a la Sumar y Yolanda Díaz, es miembro de la dirección de Podemos, así que el partido morado sí podría terminar siendo representado, aunque lo rechacen al no ser el cargo que ellos querrían nombrar.

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