Pedro Sánchez ha acudido a los micrófonos de la 'SER' para abordar la actualidad política y el asunto de la amnistía y de la reunión con Junts en Ginebra ha acaparado gran parte de la entrevista.
El presidente del Gobierno ha detallado que el 23-J "no tenía pensado" la amnistía como siguiente paso, pero tras los comicios el escenario cambió y "propició" que se tuviera que tomar esa decisión.
Ha enfatizado que las "motivaciones" para ello es que hubiese un "gobierno progresista" para frenar la ultraderecha y seguir una "política coherente" con la normalización y estabilización que asegura llevar 5 años practicando en Cataluña.
Preguntado sobre si Carles Puigdemont debe responder ante la Justicia, ha eludido dar una respuesta concisa y se ha limitado a decir que lo importante es "superar" entre todos lo que ocurrió en 2017.
Ha recordado que cuando se llevaron a cabo los indultos del procès, la derecha, especialmente el PP, también criticó esta herramienta con los mismos argumentos con los que cargan contra la amnistía.
Pero a día de hoy, ha señalado, ya no se cuestiona el "beneficio" que supusieron los indultos.
Ha enfatizado que la amnistía supone "poner el contador a cero", pero "no la memoria". Una manera de llevarnos "antes de 2017, el punto donde nos separamos", política y socialmente, bajo su criterio.
En este sentido ha vuelto a criticar al PP por utilizar la cuestión sobre Cataluña para incrementar el "agravio territorial y la confrontación entre los pueblos de España y de los ciudadanos".
Defiende la gestión de los acuerdos con Junts
La entrevista se produce 2 días después de la primera reunión entre el PSOE y Junts tras los pactos de investidura.
Un encuentro marcado por la incertidumbre ya que sólo se supo que se celebró en Ginebra, pero no se comunicó ni el sitio en concreto, ni la hora ni tampoco se supo hasta después quién fue el mediador (Francisco Galindo), pues sólo trascendió que sería la Fundación Henry Dunant quién se encargaría de ello.
Pero el presidente ha asegurado que no existe "secretismo" en esta cuestión, sino que se trata de "discreción".
"Todo lo que hagamos será dentro de la Constitución y a partir de ahí son mesas entre los partidos políticos sobre lo ya escrito", ha subrayado.
A raíz de esto ha cargado de nuevo contra el PP acusándoles de hipocresía, pues ha recordado que la formación de Feijóo también conversó con Junts antes de su investidura fallida y "no sabe" de qué hablaron.
El CGPJ, el conflicto en Palestina...
Además de la amnistía y las reuniones con Junts, el mandatario ha hablado de otros asuntos relevantes como el mandato del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que hoy ha llegado a su quinto aniversario en funciones.
Ha aseverado que en España no hay ningún problema de separación de poderes, sino que es el PP, el líder de la oposición quien "tiene de rehén, preso y capturado al Poder Judicial".
Ha subrayado que se trata de un "paradigmático del lawfare" y que las consecuencias de esto son "terribles".
Se ha preguntado qué ocurrirá si ganan las elecciones en 2027 y si las ganase el PP con Vox si estos le pedirían al PSOE que hiciesen lo que ellos no han querido en todo este tiempo de bloqueo.
Sobre Israel ha señalado que aspiran a tener "respeto" hacia Israel y tener "la mejor relación", pero ha vuelto a mostrar su preocupación por la "muerte de civiles".
Ha reiterado su condena a los atentados de Hamás y además de exigir la liberación de rehenes, ha enfatizado que la matanza de civiles en Gaza es "inaceptable".
Sobre la vía para solucionar todo, el presidente ha abogado de nuevo por el reconocimiento de los 2 Estados por parte de la comunidad internacional.
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