La legislatura ha comenzado revuelta desde las aguas de Unidas Podemos, el hecho de que ni Ione Belarra, ni, sobre todo, Irene Montero hayan repetido en sus respectivos ministerios ha hecho que desde la formación morada arrecien las críticas al Gobierno, encabezado por Pedro Sánchez, y a Sumar, la formación liderada por Yolanda Díaz, con la que se presentaron a las pasadas elecciones. La salida de sus ministerios fue muy comentada el martes, especialmente, la de Montero que acusó a Sánchez de "echarlas" y pidió a su sustituta en Igualdad, la socialista Ana Redondo, "que tengas valentía para incomodar a los hombres amigos de 40 y 50 años del presidente del Gobierno".
Este miércoles ha seguido por el mismo camino con Montero utilizando su página en la red social X para contrarrestar las críticas que ha recibido por su comportamiento, poniendo un mensaje que decía lo siguiente: "Si Podemos (ya no digamos Pablo Iglesias) hubiera echado a alguien, Podemos sería soberbio por echar.
Si Sanchez y Díaz echan a Podemos del Gobierno, los soberbios también son los de Podemos por no saber irse. Guerra permanente contra Podemos. Flaco favor al bloque progresista".
Lo que no se esperaba Montero es que la respuesta más dura llegara de una ex compañera, en concreto de Lola Sánchez Caldentey, una de las históricas de Podemos, en concreto, una de los cinco eurodiputados que sacó Podemos en las primeras elecciones a las que se presentaron, las europeas de mayo de 2014, junto a Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez, Pablo Echenique y Carlos Jiménez Villarejo.
Pues Sánchez también ha utilizado la misma red social para contestar a las palabras de Montero "Hola Irene, yo me fui antes de que me echárais, porque me íbais a echar, you know. Que no fuera una fanática del club pesó más que mi trabajo en Bruselas, mis tres premios internacionales por él y mi fidelidad a unas ideas y a un programa".
Posteriormente ha añadido: "Y tengo entendido que también echaste a Busti, que iba a ser cabeza de lista de las europeas en 2019, además, a grito limpio. Ella tenía objetivos políticos por cumplir; yo también, incluso más ambiciosos, pues eran legislaciones que iban a afectar al comercio global, es decir, a la vida de millones de mujeres y niñas trabajadoras de la industria textil. Nada de eso importó. Y nadie cogió el testigo".
No es la primera vez que la ex dirigente morada hace públicas sus discrepancias con su ex partido y, principalmente, con Iglesias, del que dijo en marzo de este año que le pidió en 2017 que se presentara a las primarias de Podemos en la Región para "intentar sacar a Urralburu", que era en ese momento el líder del partido y que optaba a la reelección y era del sector cercano a Iñigo Errejón. Aquellas votaciones se celebraron en junio de 2017, con Podemos en la cresta de la ola, y Lola Sánchez, que concurrió, perdió la pugna ante Urralburu. En ese mismo hilo acusó a Iglesias de haberle pedido espiar a su compañero en Bruselas Miguel Urbán, el eurodiputado que en 2015 tomó el relevo de Teresa Rodríguez cuando la andaluza pasó al Parlamento de Andalucía.
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