Zapatero no favorece a sus compañeros

Y digo que flaco favor le hace el gobierno central a los socialistas de Madrid cuando en los presupuestos generales del Estado para el próximo año, vuelve a acometerse un agravio impresentable con nuestra Comunidad, vuelve a ser la malquerida del Estado por haber cometido el delito de votar mayoritariamente al Partido Popular y haber dado un serio varapalo electoral al PSOE.

Así, de esta manera, de esta mala manera, en los presupuestos general del Estado para el año que viene, por obra y gracia del insolvente Solbes, la inversión pública del Estado en la Comunidad de Madrid baja un 5,7 por ciento respecto al ejercicio actual, lo que traducido en euros supone 151 millones menos, mientras que esa inversión pública crece en Cataluña un 6,4 por ciento. En definitiva, que las comunidades gobernadas por el PP se convierten en las hijas pobres del Estado, frente a las lideradas por los socialistas, que se llevan la parte más dulce, cremosa y jugosa del pastel.

Nuevo agravio, por no decir indecencia, del gobierno Zapatero con la Comunidad gobernada por Esperanza Aguirre. Ya me dirán con qué moral, con qué mensaje, los socialistas de Madrid, que aspiran a recuperar la Comunidad, el Ayuntamiento y los otros ayuntamientos perdidos, pueden comparecer ofreciendo a los votantes mejor gobierno y mejor bienestar que los populares, si su propio partido, desde el gobierno central, está ninguneando a Madrid, negándole el pan y la sal, rebajando las inversiones en la misma medida que las aumente en Cataluña.

Yo en el lugar de Tomás Gómez, en el de David Lucas, estaría herido en mi moral y en mi entusiasmo y cogería el teléfono para llamar a Moncloa y decirle al presidente: “No me envíes a la guerra provocando, pero sin armas”. Así, con ese lastre, no hay quien entre la batalla electoral; no hay quien pueda hacer una campaña ilusionante y convencer a los madrileños de que con el PSOE viviríamos mejor.

Quizá, si Zapatero hubiera tenido un gesto inversor más justo con la Comunidad de Madrid, sus compañeros tendrían más fuerza moral para convencer a los madrileños de que merece la pena darles la confianza, pero de la manera en que Solbes ha hecho el reparto pues “solbese” el que pueda.