Octubre el peor mes en ventas de autos en EE.UU.

La crisis financiera y la contracción del consumo provocó en octubre una espectacular caída de las ventas en la industria del motor en Estados Unidos que, según todos los indicios, pudo sufrir el peor mes en 25 años.

Aunque no se conocen los datos definitivos del sector, las grandes compañías han avanzado hoy las primeras cifras sobre el desplome de sus ventas, que han afectado tanto a las firmas estadounidenses como a sus competidoras asiáticas.

Mark Laneve, el vicepresidente de ventas de General Motors, el mayor fabricante del país y uno de los que están sufriendo más gravemente la congelación del crédito y la caída de ventas, avanzó que el pasado mes de octubre fue el peor desde la II Guerra Mundial.

Por el momento, los datos apuntan a que las ventas totales de coches en los últimos doce meses (de octubre de 2007 al mismo mes de este año) no superaron los 11 millones en todo el país, algo que no ocurría desde 1983.

Hace un año, la cifra interanual ascendía a más de 16 millones de coches.

Las ventas de General Motors retrocedieron en octubre un 45 por ciento, hasta alcanzar las 170.585 unidades, frente a las 307.408 unidades de un año antes.

Las de automóviles de esta compañía cayeron un 34,3 por ciento a 73.466 unidades, y las de camiones y camionetas disminuyeron un 51 por ciento a 97.119 vehículos.

Esta situación se produce en un mal momento para General Motors, que está luchando por sacar adelante su proyecto de fusión con Chrysler y por convencer al Gobierno federal de que le dé una ayuda de 10.000 millones de dólares.

Detrás de la caída se encuentra, por un lado, el pesimismo entre los consumidores, que se resisten a gastar en un momento de contracción económica, como la actual.

Otro factor crucial es la incapacidad de las entidades financieras de dar nuevos créditos, lo que hace que muchos compradores, aun dispuestos a adquirir un automóvil, no puedan financiarlo.

"Creemos que los consumidores están reprimiendo sus compras. Hasta que el mercado del crédito no se vuelva a abrir y mejore la confianza del consumidor, toda la economía estadounidense, y toda la industria, incluida la del automóvil, va a sufrir", añadió el directivo de General Motors.

Laneve reconoció además su "decepción" por el balance de octubre, pero lo atribuyó a la falta de crédito para la compra de automóviles.

Ford, el segundo fabricante de Estados Unidos, sufrió por undécimo mes consecutivo una caída en las ventas del 30 por ciento en el conjunto de sus unidades, incluida Volvo, Lincoln y Mercury.

En concreto, comercializó 132.228 coches y camionetas, frente a los 189.350 de un año antes.

El retroceso afectó incluso a su modelo de bajo consumo Focus, que en los últimos meses había registrado alzas al calor del encarecimiento de los combustibles y que en octubre experimento una bajada del 18 por ciento.

Las ventas de SUV de Ford se redujeron en un 54 por ciento, la de los 'cruzados' en un 39 por ciento, la de las camionetas en un 19 por ciento y la de los coches en un 27 por ciento, con respecto a un año antes.

Toyota, el mayor fabricante de Asia, y el segundo en ventas de EE.UU., registró una caída en octubre del 23 por ciento, aunque el descenso fue mayor en los modelos más grandes, un 33 por ciento, que en los coches, un 16 por ciento.

La compañía Chrysler, que incluye las marcas Chrysler, Dodge y Jeep, también resultó afectada por la menor demanda de vehículos, y sufrió una caída en las colocaciones totales del 35 por ciento.

Además de sus negociaciones con GM, Chrysler ha informado de que mantiene conversaciones para unirse a la alianza que mantienen Nissan y Renault.

Honda reportó por su parte un descenso del 25 por ciento, en tanto que el fabricante japonés Nissan tuvo en octubre una caída del 33 por ciento, fruto también del descenso del consumo y a la congelación del crédito para la compra de coches.

Para hacer frente a esta situación, Nissan lanzó la pasada semana una campaña con créditos a tres años a un tipo de interés del cero por ciento para cinco de sus principales modelos.

El vicepresidente y director general de la firma para Norteamérica, Al Castignetti, dijo que con esta medida quería animar a aquellos consumidores que, aún necesitando un coche nuevo, se quedan en casa sin molestarse por ir a un concesionario ante el temor de que no se les concederá el crédito.