Nueva York huele a "Obama y cambio"

Obama y cambio. Ésas han sido las palabras más escuchadas hoy en los colegios electorales de Nueva York. La Gran Manzana emana este 4 de noviembre un peculiar olor al candidato demócrata Barack Obama. Todos han salido a votar y, según dice al salir tras una hora mínima de cola, la gran mayoría lo ha hecho por el senador por Illinois. En el Nueva York de Hillary Clinton, se espera que Obama arrase.

"Cambio, cambio. Queremos un cambio que nos traiga mejoras en las escuelas, en las ayudas a los ancianos y que, por favor, mejore la economía y acabe con la guerra", decía este martes Blanca, una dominicana que vive en Nueva York desde hace años y que ve en Obama una esperanza que le ha hecho levantarse bien pronto para votar.

Antes de las seis de la mañana, cuando abrían los colegios ya había colas en las puertas. Muchos han optado por votar antes de ir a trabajar y otros lo han hecho a lo largo del día, en un ambiente calmado, pero que denota entusiasmo en cada rincón de la ciudad por saber quién será el que sustituya a George W. Bush en la Casa Blanca.

"La guerra debe acabar. Esa guerra en la que está batallando mi hijo. Quiero que acabe y que vuelva a casa, y espero que Obama lo haga", explicaba a las puertas de un colegio del alto Manhattan Prudencio, un puertorriqueño que vive en la ciudad de los rascacielos desde hace tres décadas y que recuerda que este entusiasmo por votar por Obama le rememora sólo "a los tiempos de JFK".

Luz Tania es otra inmigrante que ha ido a votar y lo ha hecho con muchas ganas. "No dormí anoche mirando el reloj hasta que fuera la hora de salir a votar y ya estoy aquí, por Obama", asegura esta mujer que dice votar por el candidato negro pensando en su presente más que en su futuro, porque asegura que la crisis económica hace mella en su hogar.

Se trata de 724.000 latinos los que están registrados para votar y que se espera que lo hayan hecho en masa por Obama, un candidato que al principio veían como extraño, pero que, bajo la promesa de cambio, ha acabado convenciéndolos al igual que al resto de Nueva York, donde este martes de noviembre las banderas, los pósters y las chapas de Obama se asoman con más insistencia que nunca.