La escasa participación de los andaluces en el referéndum del pasado domingo para ratificar el Estatuto confirma que la España plural es un invento de Zapatero para desviar la atención sobre su irresponsable promesa de sacar adelante y como sea el texto catalán; el presidente ha abierto una brecha política de incalculable alcance que no cicatrizará hasta que el Tribunal Constitucional no ponga un poco de cordura en esa quimera confederal que el PSOE ha puesto en marcha y ya no puede parar. En esta dinámica sin frenos y marcha atrás, nuestro presidente nacional, Mariano Rajoy, definía con precisión, el estado de la cuestión: “La ruptura del pacto constitucional ha generado una división como nunca en la sociedad española”. Es a lo que llamo la ‘brecha socialista’, que da pie a este artículo.
Por mucho que el presidente Rodríguez felicite a Manuel Chaves y por mucho que engorden el resultado del sí, es una victoria pírrica que, en cualquier país democrático deslegitimaría a los impulsores de este texto-pretexto para salvar la cara ante la opinión pública por la promulgación del Estatut. ¿Dimitirán? Ya verán como no. La ‘irrealidad nacional’ andaluza’ no ha movilizado a los ciudadanos porque solo se trataba de un slogan electorero y populista. Los populares nos hemos sumado en la recta final, tras desbrozarlo de toda la contaminación constitucional. Gracias al PP, el espíritu y la letra no han desbordado la Carta Magna. La reflexión más inmediata, que hicimos en su momento y que hacemos ahora, es la que hemos mantenido a lo largo de estos vertiginosos meses y la que mantendremos en la campaña electoral: preocuparnos de las soluciones a los problemas de los ciudadanos y, sobre todo, de la confusión creada por el Ejecutivo en tres años de gestión. Basta detenernos en el agua, en el vino o en la inmigración para constatar cómo la crispación zapateril se ha extendido de norte a sur y de este a oeste. No hay sector que no haya sido tocado (intervenido) y hundido. Desde la Memoria histórica al expolio de los papeles de Salamanca –todo sea por el sometimiento a los nacionalistas- éste gobierno solo ha legislado para minorías. Y, algo peor: contra el PP. Toda su estrategia se ha basado en estrangular a nuestro partido para dejar el camino expedito a un cambio de régimen que nadie desea ni nadie sabe a donde nos conduce.
De momento, el terrorismo vasco de ETA le ha tomado el pulso a ZP y lejos de romper el diálogo con los asesinos de los dos ciudadanos ecuatorianos asesinados en la T 4 del aeropuerto de Barajas, el presidente dice haber suspendido las relaciones pero los hechos delatan que sigue en el empeño. ¿Puede retirarse sin que ETA desvele esos compromisos que firmó antes del alto el fuego? El aumento de la ‘kale borroka’ (casi 100 atentados desde el 30 de diciembre de 2006) y la inacción de las fuerzas de seguridad del Estado, seguro que por indicación de Rubalcaba, avalan la tesis de que su proceso de entreguismo sigue en pie. ZP puede mantener intacta su esperanza de paz pero no es capaz de frenare la violencia en todas sus formas: extorsión, chantaje, amenazas, y, ni tan siquiera, la actitud del PSE que se ha conjurado con Batasuna y el PNV para ‘no debatir ninguna iniciativa popular que afecte al terrorismo. O a las víctimas. El nombramiento del fiscal Fernández Bermejo como ministro de Justicia certifica que los tiempos nuevos serán aún peores como se encargó de dejar claro en su toma de posesión. Ni fondo, ni forma, fuera modales: un comisario político para ‘meter en cintura’ al CGPJ, al TC y al PP. Nadie mejor que el ‘cantante melenudo’ abulense para blanquear a PVTV o para poner contra las cuerdas a toda la sociedad Navarra y dejarla indefensa en manos de Eta-Batasuna. No esperamos nada bueno de Instituciones Penitenciarias (es decir, del Gobierno) sobre el chantaje de De Juana Chaos. Bueno, sí, mano de seda para este asesino múltiple y dureza para con las víctimas de ETA que saldrán a ala calle el próximo sábado. Tampoco vemos coraje en mantener el Pacto antiterrorista y menos, impedir que Otegui y amigos acudan a las elecciones municipales. “No, no vivimos tiempos fáciles”, ha dicho recientemente en el País Vasco nuestro secretario general Angel Acebes. El PP ha soportado este acoso criminal con una entereza impresionante, sin flaquear jamás, sin titubear. Ahora somos más fuertes.
Lo expresaba con firmeza nuestro presidente de honor, José María Aznar, en el aniversario de Gregorio Ordoñez, horas antes de que unos ‘jóvenes patriotas nacionalistas’ atacaran con saña su tumba por enésima vez. “Sus principios no podrán ser enterrados, ni tampoco nuestra esperanza; ¿por qué rechazan el Pacto Antiterrorista? Porque el Gobierno y el Partido Socialista vuelven a entenderse con los que no han querido ni quieren la derrota de ETA”.
Por todo ello, salimos a las calles de Madrid el pasado día 3. Hicimos el recorrido, codo a codo, con la gente, con el pueblo, con los que quieren la paz, con quienes desean ver a los terroristas vencidos y derrotados; estuvimos apoyando la no negociación y la libertad. Nos citó el Foro de Ermua y recorrimos jubilosos desde Colón a la Puerta de Alcalá. Y no nos avergonzamos ni de acompañar a la bandera rojigualda ni de emocionarnos al escuchar el himno nacional. Luego, los que no se atreven más que ondear la bandera republicana nos acusaron de apropiarnos de esos dos símbolos. No, son los símbolos de todos. De todos los demócratas que se sienten orgullosos de ser españoles. Les dolió que ganáramos la calle y que fuéramos allí millón y medio de personas que nos gusta España, que queremos a España. ¡Qué ridículo, qué astracanada el de Pepino Blanco –el de los visones- herido en su honor por una charanga que, presuntamente fue autofabricada para robar protagonismo por su ausencia.
Por eso, creo con muy buen criterio, el PP apoya a la ATV en su manifestación del próximo sábado, también en la capital del Reino, para protestar por la ‘excarcelación’ del carnicero terrorista con 25 muertos a sus espaldas. Y sin arrepentirse..
Paralelamente, el juicio del 11-M ha desvelado que el explosivo no era la Goma 2 ECO, uno de los argumentos de la fiscal, del juez instructor, del gobierno y de sus terminales mediáticas. ¿Cómo es posible que se haya llegado hasta aquí sin haber descubierto el arma del delito de 192 muertos y de 1500 heridos? En el apoyo a las víctimas del terror nadie nos dará lecciones. Porque estamos con todas ellas porque las víctimas son de todos. Son nuestras. Y no las vamos a abandonar.
Nosotros, los populares, confiamos en la justicia. Por ello estamos convencidos de que al final del túnel se verá la luz de la verdad. Basta ya de mentiras y de obstrucciones a los jueces por parte del CNI, es decir del ministerio del Interior y de Defensa. La verdad se impondrá, quieran o no, contaminen o no las pruebas y las conciencias. La legislatura está agotada (y muerta). El Gobierno camina con respiración asistida, tanto en lo que se refiere al Mariner I como al chapapote de la bahía de Algeciras. Vaya bochorno de políticas medioambiental, internacional y de inmigración. Es la medida de todas las cosas. La brecha socialista agranda día tras día la convivencia porque el gobierno manda, no gobierna. “La eternidad –escribió Boecio hace 17 siglos- es cuando al presente no le falta de nada”. Por fortuna, los populares creemos en el porvenir, que es un paso anterior. Y sabemos que tenemos que cambiar el rumbo de esa eternidad el 27 de mayo. Nuestro apoyo a Pío García Escudero, nuestro líder en el Senado, que acaba de ser nombrado máximo responsable de las campañas electorales municipales y autonómicas.. Tenemos los mejores equipos humanos y las convicciones más firmes. Como ha dicho nuestro presidente, Mariano Rajoy, nosotros tenemos claras las prioridades de los ciudadanos: trabajo, medioambiente, agua y vino, educación, sanidad, juventud, igualdad de oportunidades e inmigración. Es el momento de consolidar el futuro inmediato de las generales del próximo año. Juntos podemos curar la brecha nacional que el PSOE y el gobierno han abierto en la sociedad desde hace tres años. Pareciera que han pasado mil lustros…