El portavoz de Obama, Robert Gibbs, respondió rotundamente al ser preguntado acerca de la asistencia del ganador de las elecciones: "No. Ni en Chicago. Ni en Washington". En este sentido, atribuyó la postura a que, aunque a efectos prácticos el demócrata es ya el inminente inquilino de la Casa Blanca, "sólo hay un presidente en cada momento".
Algunas voces habían criticado precisamente que fuese el actual presidente,
George W. Bush, el anfitrión de esta cumbre y que no se añadiese una invitación especial para su sucesor. En cualquier caso, finalmente Obama se convertirá en la gran ausencia, mientras dirigentes internacionales tratan de solucionar la crisis financiera en una reunión que está llamada a refundar el capitalismo.
De visita a Bush
Mientras tanto, el presidente saliente y el futuro, mantuvieron ayer lunes un encuentro
"relajado" y
"amistoso" en la Casa Blanca.
"El mandatario disfrutó de la visita del presidente electo y se comprometió una vez más a facilitar el proceso de transición a la próxima administración", comentó la portavoz presidencial.
Tras una recepción en las puertas de la residencia, donde los dos matrimonios se besaron y abrazaron amistosamente, Bush y Obama discutieron cuestiones de política nacional e internacional, y aunque no se ofreció detalles específicos sobre la conversación, tenían previsto dar prioridad al tema de seguridad nacional y la guerra en Irak.
El encuentro, de carácter privado, tuvo lugar en el Despacho Oval, aunque a su término, Bush dio un recorrido con el presidente electo por el interior de la Casa Blanca, incluida la habitación de Lincoln, y por el Jardín Rosa en el exterior de la mansión. En concreto, Bush enseñó a Obama parte de los rincones más interesantes de la residencia, como la sala privada de trabajo del presidente, o el gimnasio.
Bush y Obama "mantuvieron una gran discusión sobre la importancia de trabajar juntos de cara a la transición gubernamental para hacer frente a los importantes retos en materia de economía y seguridad", señaló la portavoz del equipo de transición de Obama, Stephanie Cutter. "El presidente electo Obama agradeció a Bush por comprometerse a facilitar el cambio, y por la hospitalidad de su mujer y primera dama, Laura Bush, con la llegada de 'los Obamas' a la Casa Blanca", dijo Cutter.
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