Las posibles salidas vascas

Un miembro de Diariocrítico se reunía este viernes con un destacadísimo miembro del Partido Nacionalista Vasco. Y estamos en condiciones de contarles las salidas que los nacionalistas vascos ven para Euskadi tras las elecciones, en función de los resultados. Creemos que el análisis tiene un indudable interés. 

-No habrá ‘marca blanca’ de Batasuna. Ningún partido parece haberse registrado en este sentido tras la ilegalización de ANV. Los  filoetarras no estarán en las elecciones.

-Si gana el PNV, habrá nuevo tripartito con EA –pese a las diferencias—y Ezker Batua.

-Si gana el PNV, pocas posibilidades de un gobierno con el PP. Ninguna, desde luego, con Ibarretxe al frente del gobierno.

-Si gana el PSE, las posibilidades de que se forme un tripartito con EA y EB son muy escasas.

-Si gana el PSE, podría gobernar en solitario, contando con el apoyo, en la investidura de Patxi López, del PP, que no entraría en el gobierno. Pero el partido que lidera Basagoiti, a quien el PNV concede que es “un avance sobre Mayor Oreja y María San Gil”, tendría una cierta influencia en la marcha de las cosas en el País Vasco. 

    Las previsiones del PNV indican que los socialistas tienen bastantes posibilidades de ganar, dado el “cansancio de la fórmula Ibarretxe” que muestran las encuestas. Y el PP mantendría su actual representación, en torno a quince escaños, sin que la sustitución en la cabeza de los ‘populares’ vascos vaya a tener demasiados efectos (puede que crezca en un escaño). En cuanto al PNV, verá rebajada en un dos escaños su representación “a menos que la campaña signifique un vuelco e Ibarretxe cambie sus planteamientos”. EA tendría tres escaños y algo similar EB. La formación de mayorías absolutas se configura, así, incierta. 

    Las apuestas en el PNV, dividido, apuntan hacia un gobierno en solitario de López, con apoyo del PP y la inclusión de independientes de tendencia nacionalista en el gobierno autonómico encabezado por el PSE. Se descartan tensiones en caso de que se produzca ese ‘vuelco’ electoral, porque los analistas más severos en el nacionalismo vasco reconocen que el partido “se tiene que fortalecer” un tiempo desde la oposición.