La furgoneta-bomba, una Peugeot Partner que había sido robada en la localidad madrileña de Valdemorillo, explotó junto a la sede de Ferrovial-Agroman, que ha resultado afectada por la onda expansiva.
Ferrovial-Agroman es una de las constructoras que trabaja en las obras de Tren de Alta Velocidad, uno de los objetivos de ETA en los últimos meses.
A las 07.34 de la mañana, varias llamadas en nombre de ETA alertaron de la colocación de la furgoneta tanto a los bomberos de la Comunidad de Madrid, como al Samur y a la Cruz Roja de la capital.
El comunicante informó de forma precisa del lugar del atentado: "Llamo en nombre de ETA. Hemos colocado una furgoneta-bomba en la calle Ribera del Loira junto al edificio de Ferrovial-Agromán que estallará a las 09.00 horas".
Tras evacuar los edificios cercanos y establecer un perímetro de seguridad de 500 metros, la Policía localizó el vehículo a las 08.13 horas estacionado junto a un puente por donde pasa el tráfico ferroviario.
Pocos minutos después de las 09.00 de la mañana, la furgoneta-bomba hizo explosión provocando un cráter en el suelo de tres metros de diámetro por un metro de profundidad.
La onda expansiva ha destrozado al menos 30 vehículos estacionados en la zona y ha causado diversos daños materiales en un en un puente y en la estructura exterior del edificio de Ferrovial-Agroman.
La deflagración ha roto ventanales y falsos techos que se han desplomado por la fuerza de la explosión.
Una testigo ha relatado que en el momento de la explosión se oyó un golpe muy fuerte, al que siguieron momentos de pánico entre los trabajadores de la zona.
"Ha sido un golpe muy fuerte. Ha empezado a entrar polvo por una de las ventanas" -cuyo cristal estalló por la onda expansiva-, mientras por los conductos del aire comenzaba a salir humo, ha indicado esta trabajadora que se encontraba en el interior de uno de los edificios colindantes, desde donde pudieron ver dos autos en llamas.
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