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Feria de Libro de Leipzig concluyó este domingo

Feria de Libro de Leipzig concluyó este domingo

lunes 16 de marzo de 2009, 02:21h

La Feria del Libro de Leipzig, hermana de la mayor del mundo en el sector, la de Frankfurt, cerró hoy sus puertas con una lección de creatividad y optimismo, con lo que intentó que la literatura no se viera afectada por la acuciante crisis financiera internacional.
 
Pese a la reducción del número de expositores que acudieron este año al evento celebrado en la ciudad oriental alemana (dos mil 100 expositores de 38 países, frente a las más de dos mil 200 de 40 naciones de 2008), el mercado editorial se muestra estable pese a la crisis, destacó el director de la feria, Oliver Zille, al hablar del "mensaje positivo de esta primavera".

Y es que, según Zille, del sector de las "bellas letras" y de los libros especializados desembarcaron todas las editoriales grandes en Leipzig, además de numerosas pequeñas, que incluso ampliaron su superficie de exposición, que ocupó en esta ocasión 63 mil metros cuadrados.

A ello contribuye la confianza de las editoriales en la fuerza de comunicación de la feria, la cual "puede dar impulso y apoyo al sector, incluso en tiempos de dificultades económicas", destacó el director del evento al añadir que "el sector enfrenta la crisis con optimismo y creatividad".

Y lo hizo apostando por los lectores más jóvenes y un programa plural: más de mil 900 actos en los que participaron mil 500 autores, 200 de ellos internacionales, que se llevaron a cabo desde el pasado 12 de marzo, con el fin de celebrar los 20 años de la revolución pacífica en Alemania, que culminó con la Caída del Muro de Berlín.

Se considera que todos los grandes debuts del mundo literario estuvieron en Leipzig: nuevas novelas nacionales e internacionales, así como numerosos ensayos.

Entre otros, pasaron este año por Leipzig escritores de renombre nacional como los alemanes Julia Franck, Wilhelm Genazino, Günter Grass o Alexa Hennig von Lange, así como de fama internacional, entre ellos T. C. Boyle, Peter Esterházy, Gyorgy Konrád, Geert Mak, Kiran Nagarkar, Olga Tokarczuk, David Lodge, John Griesemer, Petros Markaris o Jonathan Stroud.

La edición de este año tuvo varios protagonistas: los programas dedicados al libro electrónico y el sonoro, la educación infantil y juvenil, la joven literatura alemana o la del centro y el este de Europa siguieron ampliándose en esta ocasión.

Con el lema "Leipzig lee", el espíritu del recinto de exposición salió a las calles de esa ciudad alemana, posibilitando el encuentro directo con jóvenes autores y editoriales alemanas.

Por cuarta ocasión, 25 editoriales independientes presentaron también, en una "isla de lectura de editoriales jóvenes", sus novedades, evento que se coronó con una fiesta en la noche del viernes en la antigua sede de correos de Leipzig.

Otro evento marcante fue la "Larga noche de lectura de Leipzig", durante la que se realizaron lecturas de la noche al amanecer en numerosos eventos paralelos en toda la ciudad.

Más de 100 empresas y editoriales presentaron también en Leipzig sus libros para escuchar el conocido "audiobook", que los expertos consideran un producto de creciente demanda en el mercado editorial. La noche del audiolibro y una subasta de este producto contribuyeron a rescatarlo de entre sus hermanos impresos.

El libro electrónico fue otro de los protagonistas del sector: durante la feria se presentó el portal Libreka.de, creado por la unión de editoriales alemanas, que pusieron a disposición para su descarga casi 100 mil títulos

La presencia de Europa central y del este tuvo un lugar destacado en la feria de este año. Tras la invitación de honor de Croacia en 2008, Macedonia y Bosnia Herzegovina desembarcaron por primera vez en Leipzig para presentar su literatura, gracias a la mediación de la fundación alemana Robert Bosch, que se encarga de que la literatura del sur de Europa llegue a la feria.

Seis autores de Albania, Macedonia y Montenegro, entre otros, fueron invitados para ofrecer un panorama de la literatura en sus países. El programa se completó con la "Noche de los Balcanes", el viernes, en la que participaron autores como Jovan Nikolaidis, Arian Leka, Nikola Madirov, Ana Ristovic o Richard Swartz.

Otros puntos fuertes fueron la noche de la literatura nórdica, la dedicada a los autores estadounidenses, la presentación de la china y la lectura de 10 poetas ciegos del mismo número de países dentro de un cuarto oscurecido en una reminiscencia de la caverna platónica, en la que participaron la española Pilar Baumeister, la eslovena Evgen Bavcar o la holandesa Patricia Sanders.

Otros países que presentaron una muestra de sus literaturas nacionales, en el marco del programa "Pequeñas lenguas, grandes literaturas", fueron Estonia, Grecia, Croacia, Bulgaria, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Rumania, Suiza, Eslovaquia, Eslovenia, España, República Checa, Hungría y Chipre.

Numerosos foros y debates sobre literatura y la situación del mercado del sector, así como sus posibilidades de desarrollo, completaron una edición en la que el historiador y publicista Karl Schlogel, por su obra "Terror y sueño. Moscú 1937", recibió el premio que otorga la feria de Leipzig al Entendimiento Europeo, dotado con 15 mil euros.

La Feria de Leipzig, una de las 25 mayores del mundo del sector, es punto de encuentro de editores desde finales del siglo XV; dos siglos después superó a su rival Francfort y se convirtió en la principal de Alemania hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

Desempeñó un importante papel en la época de la extinta República Democrática Alemana (RDA), pese a que ya entonces muchas editoriales se fueron al oeste. Tras la reunificación volvió a encontrar su lugar.

 

 

 

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